Tengo un fuerte presentimiento de que no debería estar en donde estoy, debería estar viviendo otras cosas y aprendiendo otras. No sé porqué no estoy allí, tal vez porque no tengo el dinero suficiente, o no tengo las habilidades suficientes o no soy suficiente.
No debería estar encerrada, debería estar en otro lado. Siento que me voy pudriendo y nadie lo nota. No nací para permanecer entre paredes, me angustia demasiado.
De vez en cuando necesito caminar, ver un arbol, mirar al cielo para recordarme que esas cosas realmente existen y esta ciudad de piedra es artificial por donde se mire.
Y hace días que vengo pensando...acorde a todo lo que me están forzando a aprender... Me doy cuenta que el arte soy yo y nadie puede decirme cómo voy a moverme cuando tomo el pincel. Por más de que me califiquen y me hagan sufrir, es mi mano y mi pincel y fuera de la universidad, el mundo es mi pincel y yo su pintura. Así que solo tengo que resistir, o eso creo. Ya no sé qué debo hacer. Ya no sé si tengo que perder el tiempo o no.
La mejor forma de resistir a esta educación de máquinas y robots, a esta educación demasiado rápida y exigente, es llegar tarde para ver el amanecer. Porque si sigo "lo que me dicen que hay que hacer", habré vivido la vida aprendiendo sobre figuras humanas que no he visto ni estudiado, lineas que no he profundizado y colores que desconozco y que jamás he visto. No, ellos solo me dan el conocimiento y una calificación para mostrar a los demás, afuera es donde tengo que esforzarme en comprender y poner todo mi aprendizaje a prueba. Sino seré solo líneas copiadas y ojos dibujados sin vida.