Revista Diario
Los días están más cortos y fríos y se llega antes a casa. Uno pone la tetera, se sienta en el living, pone música, conversa... así es que entre bla blá, cafés y trozos de queque de limón, voy y saco - después de harto tiempo - unos libracos que tengo de Krazy Kat.Los he leído muchas veces. Pero pasando las páginas siempre se encuentra algo nuevo: un árbol extraño, una luna enojada, una nube en forma de pez... algo que no habías visto.La tira cómica Krazy Kat, del dibujante George Herriman, fue publicada en periódicos y revistas desde 1913 a 1944. La conocí decenios después y me gustó de inmediato. Ese mundo surreal y fantástico me empapó tanto que voy por la vida dibujando soles caracol, flores inexistentes, animales quiméricos aunque no lo quiera. Es lo que George Herriman decantó en mi.Y me vuelve a hacer reir, aunque cada tira termine invariablemente, con Ignatz, el ratón, dándole un ladrillazo en la cabeza a Krazy Kat.