Seguía buscando su lugar en el mundo, pasaba sus días luchando por conseguir sus objetivos profesionales.Cuanto más luchaba, más obstáculos encontraban a su paso, se preguntaba por qué a el todo le costaba tanto y no paraba de sortear vicisitudes.En el cine siempre había finales felices, en su vida no, aún así sacaba fuerzas de flaqueza de debajo de la cama.Mientras veía que otros sin tanto trabajo llegaban a donde deseaban.Si algo tenía claro, era que la vida no es como las películas románticas americanas y el guionista suele ser más cruel.