“Nos marchamos el 20 de enero de 1984 a las siete y media de la tarde. Había una nevada de casi medio metro. Aquel día llegaron a Jánovas 14 guardias civiles, el gobernador civil y un mandado de Iberduero y cumplieron su amenaza de desalojarnos tantas veces repetida. Cuando llegamos a Campodarbe vimos que la casa que nos habían asignado estaba destrozada y que las tierras que nos habían prometido…