Un gookie
El artista nos mostrará su dura infancia en la Calle 93 Este de Nueva York, y como abandonó literalmente la escuela pública por una ventana cuando estaba en segundo curso. Asistimos a sus primeras pantomimas y conoceremos el origen de alguno de los gestos que caracterizarían al personaje durante su carrera. El retrato de una familia pobre, con iniciativa, alegre y activa a pesar de las evidentes carencias.Frenchie y Minnie (los padres de los hermanos Marx) son una referencia importante en sus vidas. De hecho, era Minnie quien conducía la carrera de sus hijos haciendo un poco de todo (hasta efectos especiales), un trabajo duro en el que se manejaba muy bien. Sabremos como Harpo dejo de hablar en el escenario y como fue surgiendo su indumentaria de payaso y por supuesto como los hermanos Marx cambiaron de nombre y se convirtieron en : Harpo, Chico, Groucho, Zeppo y Gummo.
Los años veinte, con miembros de la mesa Redonda del Algonquin: Dorothy Parker, Alexander Woollcott
Acompañaremos a Harpo en su ingreso, durante los años veinte, en la mesa redonda del Algoquin, donde manifiesta haber sido acogido porque era un oyente espléndido y en el que se rodeó de personajes culturalmente muy relevantes como Dorothy Parker, Alexander Woollcott. También lo seguiremos en su visita a Rusia en los años treinta, cuando ese país era poco menos que la cara oculta de la luna. Sus giras por los campamentos militares norteamericanos, durante la Segunda Guerra Mundial...Las anécdotas son divertidísimas y se relacionan con todo tipo de vivencias: desde su trabajo en un burdel, la forma en la que conoció a Bernard Show, su visita a Tiffany, su matrimonio...Me gusta especialmente las reglas que se dieron para convivir en casa. Son tan curiosas y divertidas que merecen por sí otra entrada.Nos encontramos con un hombre que sabe adaptarse a las circunstancias de cada momento, que adora a su familia: un hombres sin complejos, libre, divertido y algo loco (en el mejor sentido de la palabra). Creo que excepción hecha de Hitler y Stalin, no hace un comentario desdeñoso sobre nadie.
Susan y Harpo
El problema de estas memorias es que hay momentos en los que parece una acumulación de anécdotas, lo que puede resultar algo cansado. Otra dificultad es que muchos de los nombres que menciona son personas y artistas estadounidenses del siglo XX que con el tiempo han ido perdiendo resonancia. Tal vez la editorial debería haber puesto unos pies de páginas o menciones al final del libro, que dieran una somera idea sobre quien es quién. En cualquier caso, son problemas menores y si este libro no os arranca, al menos, veinte sonrisas os hago un gookie (a buen lector pocas palabras bastan)
P.D. Las ilustraciones son de Susan, la hermosísima esposa de Harpo y están muy bien (aunque son pequeñitas) .
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
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