Cuando la desgracia se cierne cual ola gigante, cuando hasta la tierra que sustenta nuestros pies tiembla, el corazón grita pero la boca se queda muda ante tanto desconcierto. Mi homenaje a Japón ante la desgracia, palabras de desahogo y de aliento… en forma de haikus.
La tierra hambrienta
la tierra tan sedienta
lanza lamentos.
La tierra tiembla,
las fronteras del mar
desaparecen.
El mundo al revés:
soñamos realidades
de pesadilla.
El humo negro
la tierra hecha pedazos
los rostros blancos.
Gran ironía
temblor en tierra firme
mar sin orilla.
En este marzo
las flores de cerezo
flotan sobre el mar.
El crisantemo
resurgirá cual loto
bajo aguas turbias.
El poder del bien
sale a flote a pesar
del poder del mar.
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