Hoy el cielo es más blanco y azul...

EN MEMORIA TUYA: DANI JARQUE

Mi querido Dani, como bien sabes, hoy se cumple un año desde tu marcha. ¡Un año ya! ¡Cómo pasa el tiempo de rápido por aquí abajo! ¡Son tantas las cosas que han sucedido en tu ausencia!

Tu amada Martina, tu niña querida, debe estar empezando a dar traspiés mientras su mami y abuelos no paran de hablarle del magnífico padre que tuvo y tiene. España ha sido Campeona del Mundo de fútbol. Aunque no sé para qué te cuento todo esto, ya que ahí donde te encuentres, estarás atento a todo lo que nos va ocurriendo en nuestro día a día. Estoy segura de que sonreiste con esa maravillosa sonrisa tuya, a la par tímida y socarrona,cuando tu gran amigo Andrés Iniesta se quitó la camiseta nacional para mostrar la que llevaba debajo, en homenaje a tu persona, tras marcar el gol que nos dio el anhelado campeonato. Incluso sé que estás al tanto de que en estos 12 meses he dejado atrás nuestra amada Barcelona y he renacido en una nueva vida, en mi islita querida. He realizado un viaje similar al tuyo pero aún por este plano tridimensional que nos mantiene atados, un tanto ciegos y bastante sordos. 

Por ello hoy no podré ir a Cornellá, a nuestro estadio, a rendirte honores. El club ha decidido abrir tu puerta, la 21, entre las 11 y las 13 horas para que aficionados, simpatizantes y socios que lo deseen te recuerden, te oren y te honren. Sé que tu extrema humildad provocaba que no te gustasen demasiado los eventos de este tipo, pero te queremos tanto, te extrañamos tanto, que no podemos dejar de demostrártelo ni a ti ni a tus seres más queridos. Todos los pericos estamos y estaremos con vosotros, siempre, bien pegaditos a tu espíritu y a sus corazones. Me hubiese gustado poder llevarte hasta tu puerta un ramito de flores, como hice hace ya un año. Sin embargo, lo que sí haremos es celebrarte una misa el lunes, donde mis monjitas amadas. Sí, esas que te deben tener un poco loco con tanta velita y oración. Esas que te quieren y te llevan con ellas por todo lo que les hemos contado y transmitido de ti.

Ya sé que no debería, porque la vida me ha enseñado y me demuestra cada día que la muerte no es más que un regreso a casa, a nuestra verdadera esencia existencial, pero ya me ves: de nuevo me derramo en lágrimas de cariño y de emoción. Y es que me parece mentira, un año después, no verte saltar al césped con el resto del equipo. Hace tan sólo unos minutos, mientras los nuestros vencían al Sevilla FC en la semifinal del Trofeo Ramón de Carranza, me descubrí buscando tu rostro entre las sombras del banquillo. Han pasado 12 meses sin ti y, sin embargo, estás más presente que nunca. Incluso aquí, en casa, te tenemos presidiendo la pared frente a la tele. Al venirnos para acá diseñé dos cuadros: uno con un montaje fotográfico con diversas imágenes tuyas y otro con la portada del Blanc i Blau de hace 365 días. ¡Estás tan guapo y trascendente! Dentro de unos minutos, cuando acabe de escribirte esta carta, te encenderemos un velón. Mi niño, ¡te queremos tanto!

Que las luces de todas las miles de velas que hoy encenderemos los pericos en tu memoria, te sirvan de guía para continuar caminando tus propios senderos. Dani, con tu marcha transformaste la doliente oscuridad de tu pérdida en un faro de ejemplar esperanza. Murió el hombre y nació el mito. Se fue el jugador y nació nuestro eterno capitán.

Te quiero. Te queremos. Te querremos siempre.

Gracias por todo lo que nos diste, por tu entrega, por tu fuerza, por tu lucha.

Gracias por todo lo que nos sigues dando.

Sé que Martina crecerá y se convertirá en una gran mujer y una perica de corazón. Lo sé porque no puede ser de otro modo teniéndote a ti como te tiene, de Ángel de la Guarda.

Hasta ahora, Dani, me voy a encender tu luz. Cada vez que vislumbro el mar, allá, a los lejos, tu rostro regresa hasta mi memoria. Sigue navegando. Sigue siendo faro, ola, roca, barca y marea, mi eterno 21.