Hola, amigos tormenteros. Hoy os traigo la jugosa entrevista que he me ha concedido una de las escritoras más simpáticas con las que me he topado en las redes sociales.
Coincidí con ella en una mesa de novela romántica que el grupo literario LIBROS, LECTORES Y UNA TAZA DE CAFÉ organizó el pasado febrero en Madrid y debo deciros que fue una gozada conocerla y compartir charla y risas con ella.
Ahora quiero que la conozcáis vosotros y os animéis a leer alguna de las obras de... DUBLINETA EIRE.
¿Quién es Dublineta Eire? Defínete cómo escritor y como persona?Si me dicen "Dublineta Eire" me identifico con la autora. Me gusta escribir las historias que tengo en la cabeza, necesito sacarlas y verlas escritas. Siempre escribo para mí, aunque luego publique, porque después me encanta releerlas y ver cómo han tomado vida. Escribo de todo, y casi siempre el humor o el surrealismo están presente en todas ellas, el género es lo de menos.
Y si me dices "Dubli" o "Moni" pues podría decirse que ya me identifico conmigo, con mi yo del mundo real. Me considero una persona normal y corriente. Amiga de sus amigos y que me encanta hablar mucho, alto y muy rápido. También pasar tiempo con mis amigos y reírnos juntos.
¿Te ha condicionado el lugar en el que naciste y/o resides a la hora de escribir?Yo creo que no. Vale que vivo en un pueblo que, aunque no está perdido de la mano de Dios, sí que es pequeño y con pocas oportunidades para esto de la escritura. Igual me ha podido condicionar más a la hora de publicar o de promocionarme por las vías tradicionales. Pero con todo esto de las redes sociales y las plataformas para poder vender los libros creo que me hubiera dado igual estar en otro sitio.
Una obra que tú jamás escribirías y una que desearías haber escrito.En varias ocasiones lo he comentado, nunca me he planteado el haber deseado escribir el libro de otro, porque en el momento que hubiera metido mi mano en él, perdería la esencia que me hubiera hecho pensarlo. Y, al contrario, tampoco me ha sucedido, decir que esto o aquello jamás lo hubiera escrito es demasiado atrevido, porque precisamente yo escribo cosas raritas cuando me da por ahí. Lo que tengo claro es que nunca sería capaz de escribir cualquier novela de terror o de drama. No me veo.
Además de escritor, eres...Madre, diseñadora gráfica y amante de los animales (menos de las cucarachas). Tengo tres niños, hace mil años estudié sociología y diseño gráfico.
¿Con qué género literario te sientes más en tu salsa y cuál crees que te haría sentir como si durmieras en un colchón de clavos?Sin duda con el humor me siento feliz y muy cómoda, que eso no quiere decir que sea supermegagraciosa, pero sí me atrevería a afirmar que es un género que manejo bien,
aunque el humor es tan subjetivo que igual soy la única que pienso esto de mí, ja, ja, ja. Es mi género predilecto. Y sentirme fatal, supongo que con el terror. Si intentara leerme un buen libro de terror creo que no pasaría del primer párrafo sin temblar, imagina si se me ocurriera crear una historia. Solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta y se me encoge el estómago. Siempre que me pongo con una historia soy de vivirlo de lleno. Los personajes me hablan y visualizo a la perfección las imágenes. Moriría en el intento seguro, pero lo intentaría.
¿Te atreverías a escribir en un registro en el que te sientes inseguro como reto personal?Recuerdo que en mi primera entrevista me preguntaron qué género jamás escribiría y no dudé en responder ni dos segundos que jamás de los jamases sería capaz de escribir erótica o terror. Pues esa respuesta me la puedo comer doblada y a dos manos. Hace unos dos años intenté escribir un relato erótico, -digo intenté porque acabó como erótica rara, no que hagan cosas sexuales extrañas en el libro, que va de sexo normalito, pero el lector habitual de erótica no sé qué pensará-. Y por insistencia de unas amigas después de leerlo, terminó siendo novela corta.
Y el otro género que nunca pensé que podría escribir, también lo he hecho, no es para echar cohetes, pero me atreví. Encima ya no fue ni terror, fue peor. Como soy de las que no piensan las cosas, y me alegro de que en esa ocasión así fuera, me embarqué en un proyecto solidario: Fuera de Tiesto. Cada autor debía escribir un relato de un género que nunca escribiría por iniciativa propia y el que me tocó en suerte fue el género Z. Vamos, no tenía ni idea de que eso fuera un género y menos de qué trataba. Cuando me enteré casi me da algo. Yo escribiendo de zombies. Y Martín McCoy me bautizó como "DubliZeta".
¿Consideras que no son buenos tiempos para la novela o, por el contrario, que si lo son?Supongo que irá por épocas. Los lectores nunca van a desaparecer, espero y deseo, lo que creo es que cada vez hay más autores y a eso hay que añadirle el auge y gran variedad de plataformas de streaming. Los lectores tienen que repartirse.
¿El escritor independiente es lobo para otros independientes? O, por el contrario, ¿hay buen rollo en este mundillo?Si hablo de mi experiencia me inclino más hacia el buen rollo. Hasta la fecha tengo que decir que gana lo positivo. Siempre que he necesitado ayuda o ánimos los he tenido y cuando he podido he ofrecido mi ayuda de manera desinteresada y feliz de hacerlo. Todas las veces que he publicado he sentido el apoyo de los compañeros y el cariño. Yo estoy muy contenta de la relación que tengo con la mayoría de los autores independientes. En más de tres años, salvo dos malas experiencias, que mejor olvidarlas, el resumen es genial en cuanto al buen rollo.
¿Aceptas consejos literarios o te los pasas por el forro con suma alegría?No solo literarios, me encanta escuchar los consejos de la gente que tiene ganas de ayudar.
¿"Zapatero a tus zapatos" o eres como "Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como", o sea, maquetas, haces tus portadas, corriges o dejas ciertos trabajos técnicos a profesionales?Un poco de todo y según me dé. Tengo libros publicados en los que me he encargado de todo y otros que, por falta de tiempo, lo he dejado en manos de profesionales, eso sí, siempre teniendo muy claro lo que quiero y facilitando toda la información y material necesario para que hicieran lo que yo no podía hacer por falta de tiempo.
¿Qué obra de las que has escrito es la "niña de tus ojos"?Difícil respuesta. Esto es como los hijos. Digamos que, a la primera, por ser la primogénita y la que me hizo aterrizar por este mundo, le tengo especial cariño. "Días de caracoles y pastillas" es la que me ha abierto todos los caminos y con la que me di a conocer un poco, pero luego cada una de las que llegaron después me ha dado mucho y diferente.
¿Un troll es el enemigo público número uno de un escritor independiente? ¿Te tomas esto de los trolls con una sonrisa o te cabrea de narices?Toquemos madera porque hasta la fecha creo que no he tenido ningún bicho de estos. Digo creo porque si algo tengo es que me entero de las cosas a medias. Como a parte de comedia escribo surrealismo, cuando me ha llegado una crítica negativa extraña nunca he pensado que viniera de un troll, si no de alguien que tiene un punto distorsionado de la realidad y ha querido dejarme su "bonita" opinión, digo esto porque se me ha acusado de ser surrealista en mis libros surrealistas, cuando es algo que especifico... Lo que sí es cierto es que un troll puede ser un poco mosca cojonera y considero que es mejor pasar.
¿Una mala crítica es para ti como una patada en los mismísimos o aprendes de ella y sigues "a otra cosa, mariposa"?Por suerte, tengo que decir que he recibido pocas, y algunas no han sido más de una frase. Cuando empecé, recuerdo a un señor que no dejaba de perseguirme por las redes, igual me tomó como mascota o reto personal. Allá donde me nombraban o publicaban una entrevista mía, llegaba él para recordar a todo el mundo que yo era un diamante en bruto que no sabía puntuar diálogos. Tanto empeño le puso que un día decidí hablar con él y después de horas diciéndole que sí a todo, me dio por descargarme pautas y ejemplos, hasta que por fin lo entendí. Mira que me costó, pero gracias a que fue tan insistente y pesado, conseguí medio hacerlo. Luego ya con la práctica y los años creo que es una de las cosas que más controlo a la hora de escribir.
Y el resto de críticas, porque a veces llegan, las analizo todas. Para mí las más productivas son las privadas porque puedes hablar con la otra persona con calma y dejar que te cuente e intercambiar puntos de vistas, y tenga o no razón me hacen pensar y ver con calma lo que me han dicho.
¿El lector siempre lleva la razón o eres escritor de cantar la gallina a los lectores?Jamás le he llevado la contraria a nadie, en redes, claro. Tampoco soy de las que piensa que el lector, como "cliente", siempre tiene razón, pero sí que tiene derecho a expresar su opinión siempre que sea con educación y respeto.
¿Escribes por amor al arte o se te pasó el arroz de la emoción por escribir? Esto es, escritura como ocio, como negocio o "ambas respuestas son correctas"?Siempre he escrito como hobbie, a unos les da por hacer maquetas de barcos o puzles y a mí por inventar historias. Escribir era y es una liberación y mientras estoy concentrada creando no pienso en otras cosas. Luego ya me dio por publicar y lo hice como una extensión a mi hobbie, me hacía ilusión que me leyeran. Reconozco que nunca lo he visto como negocio, solo escribo cuando me apetece, estoy inspirada y le dedico el tiempo justo que mi vida diaria me permite. Lo hago para divertirme y desconectar de mis cosas.
¿Construyes las historias y los personajes o alguna vez te has sentido marioneta de tu novela y sus protagonistas?Alguna vez no, siempre. En cuanto me viene a la mente un personaje, porque normalmente mis historias empiezan por alguien que se ha metido en mi cabeza, tengo que sentarme y comenzar con su historia. Da igual lo que yo quiera, cuando creo tenerlo claro, se me revela y empiezan las locuras y los giros. Llegan nuevos personajes -que también me hablan- y es cuando se pone interesante porque se cruzan unas tramas con otras y ya no puedo parar. Yo soy de las que me dejo llevar..., odio discutir, ja, ja, ja.
La piratería hace mucha pupa a la literatura, pero, en el caso de los escritores independentes, ¿los que cuentan historias como si escribiese redacciones escolares, no hacen también sangre a los buenos escritores indies?Bueno, no sabría decirte. Supongo que esto es como con los hijos -lo sé, siempre me sale la vena madre ja, ja, ja-, todos los padres vemos guapísimos a nuestros hijos, pues con los libros es una especie de ceguera maternal. Los que publican cosas raras y poco trabajadas, es posible que crean que es una obra maestra y por eso la dan a conocer al mundo. Los lectores son los que deben posicionarse. Hay lectores que dicen maravillas de libros que otros los ponen de vuelta y media, pero el lector paga y si quiere seguir pagando por leer ese tipo de historias no queda otra que aceptarlo. Igual estoy yo aquí pensando que mis novelas son lo más y habrá quién piense que mejor me podía dedicar al punto de cruz. Y también hay lectores que les han dado una oportunidad a alguna novela de autor independiente y han tenido una mala experiencia y deciden no volver a leer a nadie que no sea de editorial, pero ahí también hay novelas que pueden ser "redacciones escolares", por lo que insisto, el lector es el que decide. Pero es mi opinión.
¿Ventas es sinónimo de calidad o no van necesariamente ligadas?Mi respuesta es casi parecida a la anterior. A veces hay libros que venden como churros y muchos autores no logramos entender el porqué y es que a los lectores les ha llegado esa historia por algún motivo. Y no solo hablo de indies, también hay libros de editoriales muy conocidas que no llegas a comprender que hayan llegado tan lejos. Y luego hay libros maravillosos con una calidad increíble dentro de los autopublicados que por algún motivo desconocido no encuentran su sitio. Este mundo es un misterio.
Ahora que vivimos en el siglo de la inmediatez, ¿escribir bien está sobrevalorado?Hoy en día están sobrevaloradas muchas cosas... Por ejemplo, hay autores que dicen que tardan años en escribir un libro y que no conciben que alguien escriba una historia en un mes. Pueden tener razón o no. Yo soy de las que solo escribo cuando estoy
inspirada, solo lo hago cuando me apetece. El problema mío viene cuando tengo a un personaje contándome su vida sin parar y necesito sí o sí sentarme y escribir y eso se traduce a que el tiempo que estoy con la historia no vivo. Igual puedo escribir unas dieciséis horas diarias. No duermo, comer sí, que eso no perdono, pero son épocas de café, café y comida basura y rápida. Entonces en poco más de un mes he podido terminar la novela. Entre medias también busco documentación. El tema es que yo no soy de terminar libro y publicar, pero sí de ponerme con el siguiente. Luego me da la ventolera y comienzo con la revisión, la corrección y entonces si lo veo claro publico. Y después de este rollo, supongo que habrá muchos escritores que se dediquen en cuerpo y alma a escribir y a publicar muchos libros en poco tiempo. Y luego están los que escriben y da igual el tiempo que tarden, a lo mejor no deberían publicar si no han pasado antes por una buena revisión y corrección.
¿Te proponen ganar un premio guay del Paraguay a cambio de escribir la mayor porquería de la historia de la literatura? ¿Qué harías?Pregunta diabólica. Como no me lo han propuesto la respuesta es no, ahora, poniéndome en situación, estudiando bien la propuesta y cayendo en la tentación, porque yo soy muy de no tener fuerza de voluntad, igual aceptaría, pero a lo mejor lo firmaría con otro seudónimo. ¿Se puede?
¿Un escritor es también imagen y producto?Hoy en día un escritor es un producto y por lo tanto creo que debe tener una imagen que llame, que impacte y llegue. No hablo de ser guapo, tener un cuerpo de escándalo y que sea culto. Vamos, no sé si eso existe ja, ja, ja. El escritor de ahora tiene que tener algo que lo haga diferente.
Háblanos de la obra dentro de tu narrativa que más tenga de ti.Siempre he dicho que ninguna historia es autobiográfica, y me reafirmo, pero después de tener escritos casi veinte libros, empiezo a analizar y todas tienen mucho en común, por lo que no me va a quedar otra que asumir que tienen mucho de mí y si analizo de manera minuciosa, igual hasta puedo tener algún trauma que otro con los "uniformes", ja, ja, ja.
Más que una obra en concreto, porque partimos de una mujer que está internada en un psiquiátrico, de otra que es una mentirosa compulsiva, luego la que está harta de la vida en pareja, de la que está asfixiada de no poder ser ella misma por el qué dirán en su
entorno y la última que he publicado que está muerta, pues no me puedo identificar con ninguna. Pero hay pinceladas, bien porque ninguna ha conseguido viajar en avión sin liarla, o porque son muy de obsesionarse con cosas -yo no en plan loca, aclaro, pero si me da por algo puedo repetirlo una y otra vez hasta que me dé por otra cosa-. Luego en todas mis historias el valor de la amistad está por encima de todas las cosas, y yo soy muy de eso. En todas también hay mucha crítica social de un modo u otro. Te diría que todas tienen en común el humor con el que se enfrentan a los problemas graves que la vida les pone en su camino, que eso es muy mío.
¿Escribes con música? ¿Te inspira?Siempre escribo con música o ruido, es lo que tiene tener tres hijos, perras y gatos y escribir en casa. Si estoy sola necesito ruido de fondo. Cuando escribo me transformo y suelo cambiar el tipo de música que escucho cuando me apetece hacerlo por placer. Camela es uno de los grupos que me ha acompañado en muchas de mis historias, es ponérmelos y ya me dejo llevar y a escribir.
De todas tus creaciones, selecciona un fragmento con el que te "vendas" al lector, a modo de carta de presentación.Una de las cosas que peor se me da es venderme, pero mal, mal, así que he elegido un trocito de Enamorada por los pelos que todo el que la ha leído me dice que con el momento depilación lo ha pasado fenomenal, no está todo, porque sería algo más que un fragmento, ja, ja, ja.
"-Bueno, Mari Puri, relájate y veamos qué clase de pelo tienes.
¿Es necesario? Me estoy muriendo de vergüenza, pero de manera literal. Intento disimular.
Me tumba de un toquecillo en el hombro. Tan fuerte me dejo caer que reboto. Le sonrío para ocultar lo imbécil que me siento ahora mismo.
-Me dijeron por teléfono que no me depilara -respondo casi para mis adentros intentando justificar el maremagnum piloso de ahí abajo.
-¿No te venían bien las braguitas? -Me mira la entrepierna.
"¿¡Cómo!? ¿Braguitas? ¿De qué narices está hablando este buen hombre?".
-¿Eh? -pregunto mientras subo las cejas hasta la nuca.
-Nada, mujer, el paquetito que te di, ahí dentro estaban las braguitas desechables. Ahora es cuando literalmente me quiero morir. "Dios mío, si fuera posible un cortocircuito indoloro, llévame contigo en el primer pistoletazo", ruego al Altísimo.
-¿Es tu primera vez?
-A... já. -respondo incapaz de unir más de dos fonemas seguidos.
-Pues sin bragas -me suelta haciéndose el simpático.
Entiendo que ha dicho eso para tapar mi malentendido, pero ni con esas me siento mejor, ya podría haberme cubierto yo la zona con algo tangible y opaco.
Se gira hacia la encimera, y juraría que se está riendo de mí para sus adentros, soy capaz de escuchar telepáticamente sus carcajadas interiores.
Yo continúo queriéndome morir, aunque sigo viva, lo estoy más que nunca. Escucho mi respiración, es acelerada. Los latidos me retumban desde la garganta hasta más abajo del chichi... Y sudo, cada vez más y más rápido.
Me ofrece unas gafas gigantes, me incorporo un poco para cogerlas, con la otra mano, me tapo "la flor" con el borde de la camiseta.
-¿Te ayudo? -Se me acerca tanto que casi meto la cabeza en su entrepierna.
Cierro los ojos y pienso que ya no es posible hacer más el ridículo. Debe de estar pasándoselo genial.
Me coloca las gafas, y después se acerca a la "nave espacial", donde engancha con su gigantesca mano un cabezal con un cable muy largo. La enciende, de reojo veo que toquetea y escucho los pitiditos que hacen los botones al presionarlos. Sigo sudando la gota gorda.
De lo que transpiro, se me han empañado las gafas. Me mira y sonríe abriéndome las piernas. Pego un bote.
-Tranquila, vamos a empezar.
"Tú ni caso a mis convulsiones, en cuanto veas que dejo de respirar, avisa a mis padres. No, mejor a mis amigas. Si..., si mi padre me ve en estas condiciones, puede que me haga alguna maniobra para resucitarme y así poder matarme con sus propias manos después".
-A... já. -Es lo único que consigo emitir. Así, todo el rato.
-Empezamos. Disparo y vemos cómo lo sientes, si es muy fuerte, bajamos la intensidad, ¿vale? -me comenta mientras sostiene el mango que se supone pondrá sobre mis vergüenzas para aniquilar a todo pelo visible.
Él también se coloca unas gafas, me ha recordado a un herrero en su taller, fundiendo lo que más tarde sería una verja. Dispara.
Ha sido un todo en uno.
Escucho clack, grito, huelo a pollo quemado y, a la vez que me retuerzo, continúo gritando.".
Voy a proponerte unas palabras y me dices la primera que te venga a la cabeza, sin pensar, no me hagas trampa.Casa mía
Película risa
Piel morena
Arte marcial
Mujer soltera
Familia Perceval
Trampa maligna
Tiempo poco
Paisaje playa
Caos mi despacho
Enigma sin resolver
Pluma de oca
Erotismo medias
Sensibilidad poca
Poesía Bécquer
Muerte mierda
Drama Alba
Sinceridad Siempre
Promesa cumplida
Te he hecho caso y respondí lo primero que me vino a la cabeza, así que, si no tiene sentido, yo no tengo la culpa.
Y ahora, más difícil aún: te voy a dar una palabra y me dedicas un relato breve. Ojo. Me lo dedicas a mí (risita sarcástica): "imaginación"."Aida, Aida del Pozo... ¿de qué me suena? ¡Ah, sí! Es esa chica que escribe historias de gente normal, de relaciones de las de toda la vida". Y como mi imaginación es un tanto caprichosa, siempre visualizaba al otro lado de la pantalla a una niña, en apariencia inexperta, muy maja y espabilada que escribía erótica y que tecleaba de manera compulsiva y con dificultad, por tener unos deditos regordetes y torpes que no eran capaces de tirar de la cintita roja que llevan los paquetes de galletas. Confieso que mi Aida era chiquitina, rubia platino y poquita cosa. El día que la conocí no podía dejar de mirar aquel enorme bolso que llevaba colgado del hombro, porque más o menos, la Aidita de mi mente podría llevarse en su interior sin mayor problema.
Y por último, muchas gracias por habernos dado tu tiempo y por tu amabilidad al concederme esta entrevista para TORMENTAS DE TINTA. Me gustaría que dejases los enlaces de compra de tus obras y mandes unas palabras de despedida para los amigos del blog.Muchas gracias a ti por haberme dado la oportunidad de hacer la entrevista. Me ha encantado contestar a todas las preguntas, se ha notado un poco que me gusta hablar... Y gracias a todos los lectores que sin ellos nada de esto sería posible.
Te dejo el enlace que lleva a mi página de autora en Amazon, que es donde tengo todos mis libros.
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