Revista Diario

Hoy os voy a contar un cuento...

Publicado el 13 abril 2011 por Hada
HOY OS VOY A CONTAR UN CUENTO...Érase una vez una mujer recién divorciada, que se pasó el primer día bien triste, empaquetando sus cosas en baúles y maletas y su mobiliario en grandes cajas.

Al segundo día vinieron y recogieron sus pertenencias y muebles.

El tercer día se sentó en el suelo del comedor vacío, puso música suave, dos velas, 2 kilos de camarones, un plato de caviar y una botella de vino blanco, frío.

Cuando terminó de comer, desmontó todas las barras de las cortinas de cada cuarto, les quitó los tapones de los extremos y dentro les puso la mitad de los camarones y un buen poco de caviar. Finalmente,  las colocó de nuevo con sus tapones en los extremos.

El marido se quedó con la casa, con nuevos muebles y con nueva novia y todo fue perfecto los primeros días.

Sin embargo, a medida que transcurrían las jornadas, lentamente, la casa empezó a oler muy mal. Trataron de todo: limpiaron, fregaron y airearon toda la casa. Incluso los ventiladores fueron  revisados  por si hubiese ratones muertos en ellos y las alfombras fueron lavadas. En cada esquina se instalaron ambientadores y se quemaron barras de incienso. ¡¡Nada funcionó!!

Nadie volvió a visitarlos, los trabajadores se negaban a trabajar en la casa y hasta la sirvienta renunció. Al final, el marido y su novia tuvieron que mudarse, ya desesperados. Pero lo peor es que no encontraban nadie a quien venderle la hedionda casa. Inclusive los vendedores se negaban a responder a sus llamadas, así que decidieron gastar muchísimo dinero comprando una nueva casa.

HOY OS VOY A CONTAR UN CUENTO...

Una tarde, la ex-esposa llamó a su ex-marido para asuntos del divorcio y le preguntó que cómo estaba. Él le contestó que bien y que estaba vendiendo la casa, pero sin decirle las verdaderas razones.
Ella lo escuchó con mucha calma y le dijo que extrañaba demasiado la casa y que hablaría con los abogados para arreglar los papeles. con tal de conseguir la casa de nuevo.

Él, suponiendo que su ex-esposa no tenía la menor idea del mal olor, aceptó la negociación por una décima parte del precio real de la casa, con tal de que ella firmara ese mismo día. Ella aceptó y, en menos de una hora, él le mandó los papeles para firmarlos.

Una semana más tarde, el hombre y su novia se pararon en la puerta de la vieja casa, con una sonrisa en los labios, viendo cómo empaquetaban todos sus muebles y los metían en un camión camino a su nueva casa........

   .......incluyendo las barras de las cortinas.


 

¿Verídico o ficticio?

Eso ya te toca a ti dilucidarlo.

HOY OS VOY A CONTAR UN CUENTO...


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