HUÉRFANOS DE SOMBRAMaría SuréAutopublicado en Amazon303 páginasComprar#prenda252
«Los recuerdos a veces se hacen agua y acaban derramándose por los ojos»
Hannah tiene 86 años y sigue siendo una mujer de armas tomar. Con 7 años subió sola a un tren en Alemania que la alejaría del horror de la guerra pero que la transportó a una vida llena de adversidades donde sobrevivir se convirtió en el reto más difícil. Ahora vive una vida relajada y feliz junto a su hija, pero el pasado regresa para reabrir viejas cicatrices y recordarle que algunas heridas nunca cerrarán. Toribio odia su vida, ha pensado más de una vez en acabar con la pesada carga que soporta sobre sus espaldas. Pero un día lluvioso y frío, una joven llama a su puerta para pedirle ayuda y, con ella, la vida irrumpe en su casa por sorpresa, dándole un vuelco a su existencia. Laura se quedó embarazada demasiado pronto. Las circunstancias la llevaron a vivir en Aldeanegra, un pequeño pueblo de la provincia de Salamanca sin apenas habitantes, situado en plena Sierra de Francia. Allí lleva una sencilla vida en compañía de su hijo y Toribio, el abuelo de este, y, contra todo pronóstico, es feliz. El niño ha logrado recomponer los pedazos de unas vidas rotas por el destino, pero la frágil unión de esos fragmentos se resquebraja cuando el pequeño desaparece en extrañas circunstancias.
La II Guerra Mundial ha sido uno de los episodios más oscuros de nuestra historia contemporánea. Me horroriza lo que sucedió tanto como necesito saber qué supuso a todos los niveles, porque solo conociendo nuestro pasado podemos comprender mejor nuestro presente y, sobre todo, aprender de lo ocurrido.
Me enfrenté a Huérfanos de sombra a ciegas. Había leído a María Suré en Proyecto BEL y sabía que quería volver a tener conmigo algo suyo. «A ver qué tal porque no tiene nada que ver con Proyecto BEL», me dijo. Y yo, después de viajar a Aldeanegra, solo puedo responderle: «no, no tiene nada que ver y eso me demuestra tu versatilidad».
Una novela diferente, muy diferente, otro registro en el que se entrelazan dos hilos temporales. En el pasado la historia de Hannah, una niña de la guerra, una más entre todos esos pequeños que tuvieron que empezar de cero lejos de su familia para tratar de ponerse a salvo, que tuvieron que comenzar una nueva vida con la espada de Damocles sobre todos esos seres queridos que dejaban atrás. Una vida que en muchos casos fue muy dura, incluso cruel, por ser acogidos en casas donde se les explotaba y maltrataba. El lector conocerá y sufrirá con Hannah lo que la guerra le tenía preparado, lo que los años en el exilio le tenían planeado. En el presente, Laura, su hijo Marcos y el abuelo Toribio son los protagonistas principales. Todos viven en Aldeanegra (Salamanca), incluida Hannah, que arrastrada por una razón muy potente que no voy a desvelar acaba dando con sus huesos en ese rincón de España; y todos tienen una vida, a pesar de sus pequeños conflictos familiares, tranquila hasta que Marcos desaparece.
Una historia que conmueve por dos razones fundamentales, el pasado de Hannah y la desaparición de Marcos. Y que desconcierta en su evolución porque como lector desconoces qué relación hay entre los dos desarrollos. Descubrir qué conecta todo lo que María te está contando de esta mujer octogenaria que vive en Aldeanegra y Marcos, ese pequeño que hace días desapareció en el bosque, es el motor de la lectura.
Varias subtramas de la novela serán las causantes de las distintas líneas de investigación que se abrirán para tratar de encontrar a Marcos y, aparentemente, ninguna relacionada con Hannah. ¿Cómo van a conectarse estos hilos temporales? ¿Cómo se cerrará esta historia? Para mí, estas preguntas que nos hacemos, junto con la ambientación del pasado, son las guindas de Huérfanos de sombra.