Revista Literatura

Ideas para encontrar ideas

Publicado el 17 septiembre 2020 por David Rubio Sánchez
IDEAS PARA ENCONTRAR IDEAS
   Tienes dos horas de maravillosa soledad por delante. Así que coges papel y boli o, tal vez, generas un nuevo archivo de Word. Vas a escribir un relato que, por supuesto, va a ser despampanante. 
   Te pones a pensar en una posible historia. Se te ocurre algo, pero antes de pulsar una tecla, o coger el bolígrafo, la descartas. Sigues pensando. Pasan un par de minutos. Nada. Te empiezas a fijar en los parpadeos del cursor o en la arruga del folio. Sigues pensando. Una nueva idea te viene, pero te parece aún más insulsa que la anterior. Así que la dejas volar mientras te levantas a hacerte un café o beber agua. Cuando vuelves a sentarte, la pantalla o el papel siguen en blanco. Entonces, por el rabillo del ojo, observas los coquetos iconos de las redes sociales. «Solo unos minutos mientras se me ocurre algo», piensas. 
  Dos horas después guardas el ordenador o la libreta. «Estoy bloqueado», te dices intentando sortear ese sentimiento de culpa que te viene por el tiempo perdido. 
  ¿Qué ha pasado?

UN PROBLEMA DE ACTITUD

IDEAS PARA ENCONTRAR IDEAS
    La impaciencia tiene la misma utilidad para las ideas que un espantapájaros para los pájaros, y si la mezclamos con unas expectativas exageradas tendremos la combinación perfecta para la frustración. Queremos una idea desde ya, pero no una cualquiera. Tiene que ser, además, brillante puesto que queremos escribir un espectacular relato.
    Esta actitud solo puede llevar al bloqueo puesto que:

Las ideas suelen ser juguetonas y les encanta jugar al escondite cuando más queremos que se sienten a nuestro lado.

   ¡Ojalá las ideas fluyeran en nuestro cerebro nada más sentarnos a escribir! Pero, desgraciadamente, la inspiración no funciona como el agua de nuestras casas que para conseguirla basta con abrir y cerrar el grifo. Hay que tener paciencia y esperar. 

    A veces, las ideas nos llegarán en forma de imagen; otras, en forma de emoción; puede que en otras ocasiones sea en forma de frase o hasta del recuerdo de una anécdota. Si tenemos suerte, esa idea puede ser una situación inicial o una pregunta tipo «¿Qué pasaría si…?». Pero rara vez nos llegan en forma de un argumento elaborado que nos permita comenzar a escribir nada más sentarnos. Así que tendremos que jugar con ellas, masticarlas, hacerles preguntas... En definitiva, abordarlas desde varios puntos de vista para llegar a ese argumento que nos permita escribir un relato. Ello es válido para cualquier idea, por simple que nos parezca.

No hay malas ideas, solo ideas poco cocinadas.

    Como diría un cocinero: ¡aquí no se tira nada! Y mucho menos una idea. Nunca deberíamos descartar ninguna de buenas a primeras, dado que nunca sabremos a dónde nos podría llevar. Por ejemplo, ¿qué os parece la idea de un niño huérfano que además sufre maltrato por sus tutores? Desde luego que, a priori, parece un lugar común. Un cliché mil veces visto. Tal vez esa idea también le resultara así a J.K. Rowling, pero ella decidió masticarla: imaginó unos orígenes mágicos para ese niño: que tuviera una marca en la frente, ¿quién se la hizo?; que al llegar a una edad lo reclamaran de una escuela de magia, ¿cómo sería esa escuela? ¿Cómo podría incorporarse ese mundo a la realidad? Y de ahí salió Harry Potter.
IDEAS PARA ENCONTRAR IDEAS

Vale, ya somos pacientes y, además, en lugar de presionarnos con escribir una obra maestra vamos a limitarnos a pasar un maravilloso rato jugando con la imaginación. Pero ¡todavía no se nos ocurre una sola idea para escribir!

Quizá, el problema es que somos animales racionales. Así que…

¡EN LA CREACIÓN OLVÍDATE DE LA RAZÓN!

    Vaya por delante que la razón es, en mi opinión, el mayor regalo que el ser humano ha tenido la suerte de recibir. De hecho, es una herramienta fundamental para construir nuestro relato, pero como toda herramienta debemos usarla en el momento adecuado.
IDEAS PARA ENCONTRAR IDEAS  Y ese momento no es cuando nuestra página está en blanco, ahí guardaremos la razón en la caja de herramientas. Esa es la fase de la siembra creadora y para ello tenemos que ser irracionales, absurdos y extravagantes. Lo que nos interesa es acumular ideas, imágenes o frases lo suficientemente disparatadas y variadas para conseguir que sean fructíferas. Si somos racionales tal vez solo se nos ocurran cosas del estilo: si es blanco y en botella, es leche; si tiene cuatro patas y sirve para sentarse, es una silla; o si tiene forma de sombrero, es un sombrero.
   Cuando hayamos repleto nuestra hoja de extravagancias entonces sí será el momento de sacar la razón lógica de nuestra caja de herramientas.
    Nuestro cerebro racional necesita encontrar relaciones en el caos. Es un órgano al que le obsesiona el orden. Para él, todo debe tener un por qué. Y, si no, se lo inventa. En eso se basan los magos o ilusionistas. Ellos conocen perfectamente la capacidad de nuestro cerebro para rellenar los huecos que no puede percibir, recordar o comprender. Esa característica también debemos exprimirla a la hora de escribir. 
IDEAS PARA ENCONTRAR IDEAS
IDEAS PARA ENCONTRAR IDEAS   Viendo esa hoja repleta de ideas sin sentido, nuestra razón se pondrá de los nervios y de inmediato comenzará a poner orden. Buscará la manera de relacionar unas ideas con otras para lograr que tengan sentido. Gracias a ello, lo absurdo adquirirá sentido y se transformará en historias. Ahora sí podremos ver que el sombrero era en realidad una serpiente que se comió al elefante.
  Vale, ya somos pacientes, queremos divertirnos escribiendo y, de entrada, guardamos la razón en el cajón de herramientas. Pero, aun así, ¡no se nos ocurre ninguna idea! 
   Afortunadamente, siempre podemos acudir a una Farmacia de Ideas para encontrarlas.

IDEAS PARA ENCONTRAR IDEAS

   Decía Isaac Asimov que «al cabo de medio siglo de elaborar ideas, el proceso se vuelve automático e incontenible». Para dar fe de ello explicó que una noche, viendo a su mujer, se le ocurrió la historia de un protagonista casado con una esposa muy fea al que se le apareció un genio que le concedió otra realmente bella. Pero le puso una condición: jamás podría tocarle el trasero. Si lo hacía, se transformaría de nuevo en su fea esposa. No os cuento el final de esta historia, aunque os avanzo que lo arregló lo justo como para que la señora Asimov no le pidiera el divorcio. 
   Como no tenemos todavía los superpoderes de Asimov, siempre podemos recurrir a ciertos recursos creativos como estos.

EL BINOMIO FANTÁSTICO

    Este recurso lo creó Gianni Rodari en su obra GRAMÁTICA DE LA FANTASIA. Consiste en buscar dos palabras al azar que pertenezcan a universos conceptuales distintos y, además, tengan un significado concreto para que nuestro cerebro busque relaciones entre ellas.
    Por ejemplo, vaca y reloj sería un buen binomio dado que pertenecen a ámbitos de realidad distintos, no valdría vaca y oveja dado que son conceptos muy cercanos y nuestra mente no los vería raros. Tampoco nos servirían conceptos abstractos como tristeza o dureza; sí nos valdrían lágrima y piedra. 

    Es importante que consigamos las palabras azarosamente para evitar que nuestra mente interfiera. Podemos usar el tradicional dedo ciego en un diccionario, pero en la red podemos encontrar recursos como el que nos ofrece la página Palabrasque.com con el GENERADOR ALEATORIO DE PALABRAS, un surtidor de palabras en toda regla.
    ¿Tenemos el binomio pero nos cuesta encontrar alguna relación? En ese caso podemos echar mano de las preposiciones. Con ellas podemos combinar los elementos del binomio y provocar imágenes y situaciones bien curiosas. Por ejemplo, las palabras vaca-reloj podrían combinarse así: El reloj de la vaca; Un reloj para la vaca; El reloj bajo la vaca… ¿A que solo leyendo este ejemplo nuestro cerebro comienza a carburar una explicación a esos enunciados?
      Una variante al binomio es el Trinomio Fantástico que propone Manuel Páez en su obra Manual de técnicas narrativas. Consiste en dibujar una tabla de cuatro columnas. En la primera, escribimos veinticuatro palabras sin pensar. Luego, leemos la primera palabra con la segunda y anotamos la que nos venga a la mente en la segunda columna. Tras repetir la acción con el resto de palabras completaremos la segunda columna de doce palabras y repetiremos el proceso en ella para conseguir una tercera de seis palabras y volvemos a emparejarlas para llega a la cuarta columna compuesta únicamente de tres palabras, nuestro trinomio. 
    Con un planteamiento similar a este, la página OrientaciónAndújar.com nos ofrece su GENERADOR DE CUENTOS INFINITOS un archivo de Excel que podemos descargarnos y en el que con solo pulsar la tecla F9 la hoja de cálculo genera un personaje, lugar, palabra, etc, 
       Si queréis algo más que palabras sueltas, otra opción son los...
IDEAS PARA ENCONTRAR IDEAS

SURTIDORES DE IDEAS

    En este caso, en lugar de buscar relaciones a palabras aleatorias, podemos generar secuencias de ideas que al unirlas nos ofrezcan algo así como una trama loca que al ponerle orden nos de nuestra historia.
    Y si hablamos de azar, ¿qué mejor que comenzar con unos dados o una baraja de cartas? Si además de escribir os gustan los trabajos manuales os propongo estas dos opciones: 

LOS DADOS CREATIVOS

    Consiste en elaborar un dado en el que cada cara contenga una imagen, una característica, una situación, etc. Las posibilidades son infinitas. La idea es que anotemos el resultado de cada tirada para obtener una cadena de elementos con los que construir una historia. En la página Toolsforeducators.com nos ofrecen la posibilidad de confeccionar tantas plantillas como queramos con su MÁQUINA DE DADOS. Una vez diseñemos nuestro dado, bastará con imprimirlo, recortarlo y pegarlo. Está en inglés, pero la traducción automática de Google permite entenderla perfectamente.

LA BARAJA DE PROPP

    Vladimir Propp fue un lingüista ruso que tuvo la santa paciencia de analizar cientos de cuentos tradicionales de la Madre Rusia. Tras una labor de «deconstrucción» de las distintas tramas concluyó que, en realidad, los cuentos solo utilizaban una treintena de ingredientes. Él los llamó Funciones de los personajes. Comentarlas nos daría para tres entradas, pero podéis consultarlas y jugar con ellas con esta BARAJA DE NAIPES que os comparto a través de Google Drive para que podáis descargarla, recortarla, barajarla y combinarla al azar. 
    Si no queremos liarnos con las tijeras o el pegamento, por supuesto también contamos con recursos digitales que pueden servirnos igual. Están en inglés, así que los que no sabemos inglés tendremos que activar la traducción automática. Pero merece la pena:

SURTIDORES DIGITALES DE IDEAS

·   SEVENTHSANCTUM Nos ofrece un montón de generadores de todo tipo. Nombres, seres fantásticos, monedas, habilidades... Todo un arsenal de ideas para crear no solo una historia, sino todo un universo.

  RP GENERATORS, más simple que la anterior, este generador nos ofrece cuatro rasgos característicos para aplicar a un personaje (gustos, interacciones, peculiaridad y cosas que no le gustan).
    WRITERS.DEN.PANTOMIMEPONY, una página fantástica con distintos generadores en función de lo que necesitemos: Ideas para una trama; para giros sorprendentes; para una primera línea; para perfiles de personajes; para nombres, para lugares; y ¡hasta nos ofrece ejercicios creativos! Muy recomendable.
    SPRINGHOLE. ¡Todavía más completa que la anterior! En esta página tenemos generadores para todo y clasificados por género. Por ofrecer, en ella contamos hasta con generadores de causa de muerte, vestuario y hasta objetos curiosos. Sin duda, muy entretenida tanto para quienes escribimos como para cualquiera que desee pasar un rato entretenido.
    CHARACTER GENERATOR Parecida a la anterior, aunque visualmente es más clara. En la página de inicio podemos observar opciones para conseguir un perfil de personalidad, su biografía, sexualidad o la causa de la muerte. Como peculiaridad, destaco el exhaustivo perfil que es capaz de generar. Para que os hagáis una idea, este es solo el perfil rápido de un personaje, existe también una opción extendida:

Edward Luis Foster es un recepcionista de un centro de salud de 36 años que disfruta ir al cine, nadar y hacer rompecabezas. Es amable y cuidadoso, pero también puede ser muy antipático y un poco impaciente. Es británico y se define a sí mismo como gay. Tiene un título en medicina. Tiene una fobia severa a las salchichas. Físicamente, Edward no está en buena forma. Necesita perder bastante peso. Es muy alto, de piel clara, cabello castaño y ojos negros. Creció en un barrio de clase trabajadora. Después de que su madre murió cuando él era joven, fue criado por su padre. Actualmente está en una relación con Jarvis Kori Davies. Jarvis tiene la misma edad que él y trabaja como consultor de gestión.

    Vamos a recapitular, ya somos pacientes, no nos exigimos escribir una obra maestra, tenemos unos buenos surtidores de ideas, pero puede que al sacar la razón de nuestra caja de herramientas todavía no nos llegue la historia. Tranquilos, todavía podemos encontrar algo un poquito más elaborado.

 GENERADORES AUTOMÁTICOS DE ARGUMENTOS

    Podemos encontrar muchos en internet y no se limitan a surtirnos de elementos inconexos, sino que nos ofrecen unos argumentos muy elaborados en forma de sinopsis. El primero ya lo conocemos del Microrreto SUEÑOS DE ROBOT, en el que todavía podéis participar hasta el 30 de septiembre
    GENERADOR DE ARGUMENTOS DE STORYNATOR Los que os habéis animado a participar en el microrreto ya habréis jugado con este generador de argumentos. Si no lo conocéis, basta con ver un ejemplo de la clase de sinopsis que nos ofrece en cada clic. 
«Una dibujante de cómics a la que le gusta vestirse de hombre y la ganadora nacional de sudokus que se alimenta solo de comida rápida, buscarán un libro que leyeron de pequeños y que parece haber desaparecido de todas las librerías y registros, pero un fotógrafo se cruzará en sus caminos, en una historia de humor que habla sobre el poder de la música y las epidemias.» 

  Son argumentos excéntricos, sin duda, pero eso es lo que queremos para que nuestro cerebro se vuelva loco poniendo orden y, así, proporcionarnos historias. Además, ¿quién dice que no pueda salir nuestro bestseller de ahí? 
   Y hablando de bestsellers, no os perdáis este generador: 
    CREA TU PROPIA NOVELA DE DAN BROWN Nos ofrece argumentos parecidos a los que utiliza el autor de El código Da Vinci. Además, nos ofrece el título y ¡hasta la portada! Uno de los que me ha salido es la novela LA SOLUCIÓN MÁGICA cuya sinopsis desde luego que no es moco de pavo: 

«Como todo el mundo sabe, La Orden del Templo Oriental es un temible lobby oculto. El secreto del tipo concreto de pilas que lleva la espada de Luke Skywalker ha estado encubierto en la Atlántida por este siniestro grupo durante siglos, aunque se puede descifrar en una obra poco conocida de la serie negra de Goya. Un repartidor de prensa retirado, Stephan Portman, que cree ser un verdadero escéptico, aunque realmente no cree ni eso, lo ha descubierto. Hay una violenta persecución en la Atlántida, con una enorme preocupación por el precio del petróleo, que está a punto de sucumbir ante nuestros propios ojos.» 


    ARGUMENTOS DE CIENCIA FICCIÓN En cada clic nos ofrece un montón de argumentos de apenas cuatro líneas para escribir un relato de ciencia ficción. Hace ya unos años me salió este que finalmente germinó en uno de los relatos que contiene mi libro de relatos autopublicado en Amazon. Bueno, de hecho para dos:

«Un detective humano se asocia con un compañero robótico para investigar el asesinato de un inventor.»

    
    Bueno, espero que con todo esto jamás de los jamases volvamos a decir que estamos bloqueados. Como veis, existen varios recursos para encontrar ideas disparatadas que nos activen las neuronas. Puede que no salgan grandes historias, o puede que sí, pero: 
IDEAS PARA ENCONTRAR IDEAS
    ¡Saludos Tinteros!

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