IGUALES; PERO DIFERENTES
2 Corintios 12:5.
“De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades.”
Vivimos en tiempos cuando de verdad a veces podemos equivocarnos. Bueno… ciertamente el equivocarse es de humanos y el perdonar es de Dios. Me encontré por allí este dato interesante.
El carbón y el diamante son del mismo material: de carbón. El carbón absorbe la luz; el diamante la refleja. Hay cristianos que son semejantes al carbón y los hay que son semejantes al diamante. Al examinar sus creencias, son iguales; pero al examinar su experiencia religiosa… y al observar su vida, sus costumbres, su utilidad en la iglesia y en la sociedad… ¡no son iguales! Uno es opaco y otro es luminoso. Cada cristiano debe examinarse para saber si es carbón o si es diamante.
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