Insomnio Incurable

Soy una depresiva tratando de regalar sonrisas en medio de esta deplorable ciudad. Soy un conjunto de fracasos que intento de olvidar. Soy una persona que ama hablar de temas interesantes pero nunca sabe como empezar. Soy esos escritos que escribo de noche y no recuerdo al despertar. Soy madrugada, otoño y sensibilidad. Soy toda esta mierda y mucho más.
A veces me despierto sin ganas de levantarme y algunas noches lloro sin parar. Pienso en el hombre que duerme entre baldosas, el hombre que tiembla frente a la multitud, la niña que está sola y no tiene con quien jugar, el niño que falta a clases y no piensa volver nunca más. Todo se siente tan fresco, tan banal. ¿Porque siento lo que siento? ¿Porque me siento tan impotente? Quién le entrega a alguien los sentidos y no le da recursos para avanzar. Quién te da el poder de observar pero no te enseña a ayudar.
Soy solo una chica, nada especial. Con las palabras no he llegado muy lejos. Mis actos se sienten siempre incompletos. Me siento vacía. Sola. Amargada. Pelotuda. Tratando de buscarle un siginificado a todo esto: llorando en las iglesias, viajando sin que nada cambie, contando como me sale mi historia, ocultando todas mis historias, escribiendo canciones que solo yo conozco y que pronto olvidaré, escribiendo en este blog lo que explota desde mi interior para no olvidar, y a veces para olvidar.
A veces quiero ser invisible y otras veces necesito hablar con alguien. A veces me gusta escribir y otras veces no me puedo dormir si no lo hago. A veces me gusta arriesgarme y otras veces siento que no puedo lograrlo. A veces duermo y otras veces no. A veces pienso que soy feliz y otras veces que no soy suficiente.
He superado mucho. He contado poco. He aprendido mucho. He logrado poco. Mi historia normal es aburrida. Mi historia de verdad sería una comedia trágica sin dudar. Me arrepiento de cosas inusuales como haber aprendido a desconfiar y haberme aislado en otro planeta para poder regresar.
Soy diferente, pero no especial. Nunca seré la primera en hablar, pero siempre seré la primera en reír. Nunca seré la primera en ganar, pero siempre seré la primera en jugar. Nunca seré la primera en cantar, pero siempre seré la primera en saltar.
Creo que todo esto se trata de aceptar lo que somos, aceptar estas llaves que cuelgan de nuestro cuello y siempre nos acompañarán, así podemos continuar quién sabe hacia donde...

Fotografía de Fade Qu