Del verbo griego ienai, que significa ir, proviene la palabra ión. Un ión es un átomo o un conjunto de éstos que posee carga positiva o negativa y se denomina ionización al proceso por el cual moléculas y átomos adquieren carga eléctrica, ya que pese a ser neutros en principio pueden adunar o perder electrones respecto de los protones
Un ión que gana electrones o anión adquiere carga eléctrica negativa, en tanto que si los pierde se denomina catión y la carga eléctrica será positiva. Así surge prístino el concepto de ión en cuanto al verbo madre, ya que resulta el participio presente de ienai: yendo, porque así como el anión va hacia arriba el catión vira hacia abajo.
Los iones resultan vitales para la salud en cuanto a su equilibrio físico y psíquico, y un exceso de iones positivos redunda en perjuicio para toda forma de vida en la Tierra. Así como en las ciudades por el alto índice de contaminación la ionización del aire deviene positiva, en el campo, los efluentes acuíferos, el mar y los espacios montañosos proliferan los iones negativos: a ello se debe el estado de relajación y bienestar que se experimenta al contacto con la Naturaleza en general.
Y debido al estilo de vida que supimos conseguir los teléfonos celulares, las computadoras y el largo etcétera de aparatos electrónicos contribuyen a cargar de iones positivos o carga estática tanto el ambiente laboral como el interior de nuestro hogar. No deberíamos asombrarnos entonces de los efectos sobre nuestro cuerpo físico en cuanto a jaquecas, migrañas, ansiedad, insomnio y el consabido estrés, omnipresente en nuestros días.
Las lámparas de cristal de sal del Himalaya, formadas a partir de rocas extraídas de este macizo rocoso natural, emiten al ser encendidas iones negativos que neutralizan el exceso de carga positiva de los ambientes. Su empleo se ha extendido exponencialmente ya que armonizan el ambiente al transmutar la energía eliminando las toxinas radiactivas del aire: sólo hay que mantenerlas encendidas el mayor tiempo posible en habitaciones que se ventilen diariamente, para asegurar de esta manera la circulación de aire limpio y optimizar sus beneficios.
La lámpara Luz del Himalaya arribó a mi hogar gracias a la generosidad de Vero y Kari.
El cumpleaños de Vero
El paso del tiempo es una cuestión que se aborda de manera diversa según de quien se trate. Hay quienes prefieren conmemorar el día del nacimiento con un festejo cuidadosamente organizado, quienes eligen transitar sin pena ni gloria, quienes reciben a los familiares exclusivamente y quienes imaginan año tras año una manera de agasajar y agasajarse por transitar un período más.
Vero adscribe al último ejemplo y cada cumpleaños implica una transición diferente con una característica común: la alegría. Pese a haber nacido un 30 de diciembre y ante las complicaciones que dicha fecha conlleva por su inserción entre Navidad y Año Nuevo, todos los años imagina una o varias maneras de celebrar la posibilidad de vivir y la magia futura que ha de desplegarse en el calendario de su existencia.
En esta ocasión el festejo comenzó el 29 por la noche en una cervecería donde en el minuto uno del día 30 un grupo de amigos del trabajo cantamos el tradicional “Que los cumplas feliz…”, continuó el 30 con sus familiares y el martes 3 nos reunimos nuevamente en mi casa para seguir celebrando junto a un grupo de amigas.
Una vez más mi mesa se vistió de fiesta como corresponde a un acontecimiento, esta vez con mantel blanco y portavelas para iluminar a media luz la cena que transcurrió entre risas y confidencias, hasta que Vero volvió a apagar la velita y los cánticos se reiteraron una vez más: los mejores deseos para este nuevo año que has estrenado, querida Vero.
Testeos originales
En el mes de junio del año 2000 la noticia conmocionó al mundo de la música: Rodrigo Bueno, alias El Potro, cantante de cuarteto e ídolo de multitudes encontraba la muerte en un accidente de tránsito. El duelo se multiplicó exponencialmente y miles de personas lloraron al carismático cordobés, quien con sólo 27 años había alcanzado el grado de ídolo por una conjunción de factores: letras populares, destreza escénica, una voz particular y un atractivo indefinible en el escenario.
En una de las canciones más celebradas de Rodrigo, Lo mejor del amor, se ha inspirado Míes para elaborar la crema corporal homónima en base a manteca de karité batida y aceites de avellanas, nueces, almendras y vainilla: una delicia vaporosa que hidrata y perfuma a la vez, con un aroma exquisito y contundente.
La manteca de karité es también el componente esencial de la crema para manos y uñas de Universo Garden Angels, a la que se aduna filtro solar y una fórmula que contiene aceites esenciales, extracto de zanahoria y aloe vera para fortalecer la salud de las uñas, a menudo descuidadas u olvidadas.