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iOS7: una patata (fría)

Publicado el 23 septiembre 2013 por El Semisótano @El_Semisotano

Operatividad: 45%

Consumo de batería: 50%

Seguridad: 70%

Novedades: 50%

Sin ponernos muy pesados y prescindiendo de aspectos puramente técnicos, porque ya hay suficientes artículos en la red al respecto, sí queriamos dejar nuestra impresión sobre el nuevo sistema operativo iOS7 de Apple, que se resume básicamente en decepción.

Lo primero que llama la atención al descargarse el iOS7 es su diseño y la apuesta por el minimalismo. En principio, de acuerdo. Siempre fue marca de la casa. El aspecto brillante, que a veces simulaba texturas y cierto relieve, da paso a la sencillez, a multitud de colores casi planos, y al juego de transparencias, del que en muchas ocasiones se abusa. Es lo que hay. Recurren a los círculos siempre que es posible en un intento de unificar el estilo, algo que nunca se llega a conseguir, y aprovechan la pantalla retina para hacer líneas finísimas, probablemente por dar énfasis a una de sus ventajas competitivas, pero a costa de reducir la visibilidad. También se ha cambiado la tipografía, por la helvética neue, (será lo único bueno que han hecho), una apuesta segura. En ocasiones, chirría el aspecto de algunas aplicaciones, que aún no han sido adaptadas a la nueva estética, u otras cuyo icono sí ha sido adaptado, pero que ha quedado fatal, como el de la cámara o la libreta de contactos. En general, da la sensación de ser un trabajo poco terminado. Como dicen por aquí, parece que te has comprado en móvil en los chinos, de feo que resulta.

En cuanto a la operatividad, lo más destacable, y criticable, es que ya no es nada intuitivo.

Da demasiado por hecho que el usuario sabrá manejarlo, sin embargo en muchos casos no es tan sencillo. En los primeros usos no es tras varios intentos de prueba y error que el usuario "da con la tecla". ¿Quién puede suponer que las aplicaciones se cierran dándole dos veces al botón "Home" y luego lanzándolas hacia arriba? Para los viejos usuarios tiene un pase, porque combina técnicas aprendidas con las novedades, pero los usuarios nuevos probablemente se desesperen, y con razón. El libro de instrucciones se hará necesario. En esto Apple traiciona su estilo.

Algunas pantallas han quedado tan "limpias" que no sabe dónde empiezan ni dónde terminan. En este sentido destaca el diseño del calendario, con una pérdida evidente de funcionalidad.

Cuando se despliegan opciones antes salían unos grandes iconos, ahora se ha dado paso a un batiburrillo de letras azules de diferentes tamaños sobre fondo blanco, que más que aclarar confunden.

Al "spotlight" (el buscador) se accede desde arriba de cualquier pantalla (es lo único nuevo que explican cuando te descargas el nuevo sistema): un avance, si no fuera porque está demasiado cerca del acceso a las notificaciones.

Cuando se desbloquea o se cierra una aplicación se produce una animación, graciosa al principio, pero que al día de uso ya empieza a dar la sensación de lentitud y de inconveniente innecesario. Sí ha aumentado agradablemente la velocidad con la que los correos se mandan a la papelera, por ejemplo.

La gran crítica que está recibiendo es que consume mucha batería, en aparatos que de por sí ya eran muy demandantes de energía. En esto influye el abuso de los colores claros, pero también la excesiva movilización de recursos cuando no eran tan necesarios, y sobre todo la actualización en segundo plano de las aplicaciones (aunque siempre se puede anular).

El teclado ha ganado un poco de espacio y claridad, algo que es de agradecer.

Otra característica, en principio positiva, es el " centro de control", que se despliega incluso con el aparato bloqueado, lanzándolo en un solo desplazamiento desde abajo. Incluye funciones como la calculadora, la linterna o la alarma, que requieren un uso ágil y que antes se hacía tedioso poder acceder a ellas. Pero sigue siendo farragoso, hay demasiadas opciones que no tienen nada que ver entre sí, y la pantalla es de un gris semitransparente realmente feo. Deberían haberlo hecho para que se pudiera personalizar, algo que técnicamente no hubiera resultado especialmente difícil. También se puede acceder al calendario desde la pantalla de bloqueo, con un fondo negro y una claridad destacables, al césar lo que es del césar.

Por lo visto Siri ha cambiado. Ahí no puedo opinar porque no lo uso. No me apetece que mis tonterías queden grabadas para siempre en Cupertino.

Teóricamente, con este nuevo sistema operativo, todo debería ir más rápido, pero no siempre sucede así. Algunas aplicaciones no están bien adaptadas y se quedan pilladas en cuanto se les mete un poco de velocidad y se pulsa el botón de "Home".

El funcionamiento y operatividad de la cámara sí ha mejorado, pero no tanto como podría. Los amantes de la fotografía siguen echando en falta poder jugar con una lente que tiene más calidad que el provecho que deja sacar de ella.

Ahora se pueden colocar un número ilimitado de aplicaciones en una carpeta, pero se ha empeorado en cuanto a claridad y legibilidad. Esas letras blancas, en cuanto tropiezan con un fondo claro, obligan a un esfuerzo visual fuera de lo normal. Se puede cambiar el tamaño de la letra, como otras muchas opciones, en "accesibilidad" (algo que recomiendo revisar), pero siempre a costa de la estética, y recordando que luego ese tamaño se verá reflejado en cosas como el correo, que será difícil de leer.

Todo ello sin entrar en fallos de seguridad que ya han sido expuestos profusamente en otros medios.

Cabe concluir que a pesar de tener unas mejoras evidentes, este nuevo sistema operativo no está a la altura de lo que cabía esperar de una compañía del prestigio de Apple, que con este paso en falso parece abocada a perder posiciones con respecto a sus rivales en cuanto a la telefonía móvil se refiere. Y que para esto, mejor no hubieran cambiado nada, que no hacía falta.

En opinión de quien escribe (y sin querer entrar en profundidad en las diferencias entre los dos sistemas operativos, porque este artículo no va de eso), si no fuera porque Android no controla bien la calidad de sus aplicaciones y es un coladero de seguridad, hacía tiempo que habría desbancado al iOS, y ahora con más razón.


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