Charlotte Brontë
Traductora Elizabeth Power
Alianza Editorial (Edición 2012)
656 páginas
#prenda185
Dueña de un singular temperamento desde su complicada infancia de huérfana, primero a cargo de una tía poco cariñosa y después en la escuela Lowood, Jane Eyre logra el puesto de institutriz en Thornfield Hall para educar a la hija de su atrabiliario y peculiar dueño, el señor Rochester. Poco a poco, el amor irá tejiendo su red entre ellos, pero la casa y la vida de Rochester guardan un estremecedor y terrible misterio.
Hacía muchísimo tiempo que no leía un clásico. Jane Eyre llegó a mí esta vez de modo un poco inesperado y en forma de lectura conjunta de la mano de Oasis Literario. No las tenía todas conmigo pero debo reconocer que, finalmente, ha sido una buena experiencia.Es una lectura densa, no os voy a mentir, supongo que la mayor parte de los clásicos lo son simplemente porque su narrativa difiere bastante del estilo que encontramos tendemos a encontrarnos hoy día. Me he encontrado con una historia de la que deseaba saber más y en la que, al mismo tiempo, avanzaba con lentitud. Y ¿qué cuenta Jane Eyre? pues la vida de esta muchacha.
Jane es acogida por su tía tras quedarse huérfana. Su vida al lado de los Reed es una infierno y comienza a revelarse contra las injusticias de las que es víctima, por lo que acaba siendo enviada a una escuela para niñas: Lowood. Pasan los años en el internado, y tras haberse formado académicamente pero, sobre todo, después de pasar momentos muy duros y oscuros, es contratada como institutriz en Thornfield, donde conocerá al amor de su vida: el Señor Rochester. No todo será un camino de rosas. Thornfield acaba siendo un hogar para ella pero esconde secretos que llevarán a Jane a tomar decisiones que marcarán su futuro.
Jane Eyre (2011)
No voy a contaros mucho más, ir descubriendo esta historia de la mano de Jane es un aliciente más que ayuda en la lectura. Es inevitable empatizar con la muchacha, su vida es realmente dura, el ambiente en el que se desarrolla es oscuro... triste... parece vivir en un invierno eterno. Pero ella se muestra como una mujer con aspiraciones muy diferentes a las que muchas chicas de su edad pudieran tener en aquella época. Muy devota y cultivada, deseosa de ser dueña de su propio destino y de descubrir que hay más allá de la vida que ella conoce, recta y conservadora en ciertos aspectos pero independiente y consecuente con lo que defiende a capa y espada. Así que sí, la sientes como esa semilla necesaria para romper con determinadas cosas demasiado arraigadas en aquella época. Y es que, hay quien considera Jane Eyre como la primera novela feminista y tal vez a día de hoy nos parezca insuficiente debido a ciertos convencionalismos en los que aún cree la protagonista, pero es indudable que su actitud incomoda a su entorno y que muestra cualidades que no se adjudicaban a las mujeres de entonces.Jane Eyre (2011)
Y ahora os preguntaréis, ¿no va a hablar del romance con el Sr. Rochester? Os confieso que para mí ha sido lo menos interesante de la novela. Importante sí, pues va a marcar parte de la vida de Jane, va a condicionar sus decisiones y, por tanto, a determinar su futuro pero... lo que más me ha atrapado de esta novela es la evolución de la protagonista, su crecimiento personal y su entereza para afrontar lo que la vida le va poniendo por delante.En cuanto a la autora, no sé demasiado acerca de Charlotte Brontë pero sí sé que leer Jane Eyre es descubrir un poquito más acerca de lo que fue su vida. Se cree que puede tratarse de una especie de autobiografía y precisamente por eso me he quedado con ganas de descubrir más cosas acerca de ella. La vida de Jane no es fácil por lo que la de Charlotte tampoco debió serlo. Siempre he sentido curiosidad por las hermanas Brontë y siempre he pospuesto el saciarla, creo que ya va siendo hora de que indague un poquito más en ellas.