Revista Talentos

Joel.-sólo es un niño

Publicado el 12 diciembre 2015 por María José Luque Fernández @sonrisasdecamaleo
Aquella mañana de diciembre, ya casi navidades, Joel se levantó pensando en que quedaba una semana de clase y llegarían las vacaciones, estaba contento, corrió a la cocina a dar un beso a mama y desayunar, pero se paró en seco en el pasillo, casi en el quicio de la puerta de la cocina, cogió aire, respiró fuerte y continuó andando.
Buenos días Abuela, ¿Has dormido bien? Claro cielo, y tú, te encuentras bien.... Todo esta bien yaya, no tienes por qué preocuparte.
Joel desayunó conversando con su abuela de cosas rutinarias, aunque con sus 10 años, sus cualidades eran sorprendentes.
Llegó el momento de salir para la escuela, la mochila como cada noche quedaba preparada junto a la puerta, Joel solamente cogió su almuerzo y lo guardó antes de salir. La abuela conducía desde hacia muchos años, muchas tardes ella le recogía en la puerta del colegio, pues mama trabajaba hasta muy tarde.
Un día más, tal vez, pero no, Joel estaba nervioso, sabía que en cualquier momento, Matilde, la profesora, podía preguntarle.
La mañana fue pasando tranquila, pero cuando quedaban 15 minutos para que sonara la campana, Matilde se colocó junto a Joel, le miró como ella solía hacer cuando quería hacerse respetar, muy seria, por encima de las gafas. "Joel, no me has devuelto los exámenes firmados por mama" y Joel que era un niño inquieto y responsable, muy locuaz, no supo que decir........
La profesora insistió, ocurre algo Joel, se te olvidó enseñarlos, bueno no pasa nada, tráelos mañana, ¡Vale! y Joel asintió sin haber levantado en ningún momento la cabeza.
Hacia frío y lloviznaba, algunos alumnos no quisieron salir al patio a jugar y se quedaron en clase con la profesora, no podían estudiar estaba prohibido, pero podían leer, dibujar....
Joel se sentó solo junto a la ventana y se pasó más tiempo mirando al cielo que al libro, de lo que Matilde se percató. Sin duda algo le estaba ocurriendo a este muchachito.
La tarde pasó como muchas otras entre las rutinas de los mayores y las suyas, con prisas, deberes y cenas. Y otro día más llegó temprano para volver al colegio.
Era jueves, que pena pensó Joel, no fuera ya viernes....
Nada más sonar la campana, la profesora hizo aquella pregunta y Joel no tuvo más remedio que hablar.
La profesora le noto raro, pero no quiso apurarle, y le dejo continuar, es que no pude darle los exámenes ayer, mañana los traeré. Matilde le llamó a su vera y le sentó junto a él, platicaron un rato de algunas cosillas y sin darse cuenta pasó la clase y el profesor de naturales se presentó de improviso en el aula.
Aquel día Joel no comió nada, le pasaron una nota a la profesora con el aviso. Esto no podía continuar, debía averiguar que le ocurría a Joel.
Así que si más dilación, desde su mesa, le dijo, Joel, ponte de pie un momento.
Eres muy alto para tu edad, todos saben que eres de los más listos de la clase y que siempre andas de aquí para allá sin parar, hablar es una diversión para ti. Joel, estas callado, nervioso, despistado y no me has traído los exámenes. A tus amigos y a mi nos gustaría saber que te ocurre, estamos preocupados.
Joel miró a la profesora, después a todos sus compañeros y empezó a hablar.
Con su voz serena, alto y claro...."Mama esta en el hospital, tiene cáncer, no se si se va a morir, por eso no pude darle los exámenes".
Todos los niños sin excepción se levantaron al mismo tiempo y rodearon a su amigo, en un gran tierno abrazo, como nunca había sentido. Matilde se quedo muda, como iba a pensar que ese era el problema.
Aquello duro un largo rato, y cuando cada uno volvió a su sitio, Joel dijo, profe, los médicos me han dado permiso para ir a ver a mama esta tarde, le llevaré los exámenes. Y entonces sonó la alarma, hora de salir.
Joel dijo Matilde, "los exámenes y un fuerte abrazo, ¿Vale?"
Si,  contestó y marchó como si fuera parte de la rutina a encontrarse en la puerta con su abuela.
Marijose.-
Una historia muy real ....

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