Joyland

Leer a Stephen King es como comer pimientos del padrón. Unas veces están deliciosos y pican lo justo, otras veces pican tanto que te echas a llorar y algunas veces no te sabe a nada. Joyland es un buen libro que, por desgracia, está en el rango más insulso de picante.

Y digo por desgracia, por buscar utilizar un adjetivo que simbolice la sensación agridulce que se me ha quedado al terminar. No porque no haya disfrutado del camino, al contrario, sino porque me ha faltado ese toquecito picante que lo hubiera cambiado todo.

El autor: Stephen King

Ayer estaba revisando la obra completa de Stephen King, y me di cuenta de que mis libros favoritos están siempre en la primera mitad (o primer tercio) de los que ha escrito. Hay contadas excepciones entre lo que ha escrito este siglo que merezcan acariciar siquiera el top 10.

Portada de Joyland de Stephen King

Joyland, sin ser uno de sus peores libros, tiene la gran desventaja de luchar en un campo de batalla plagado de contrincantes muy experimentados y cargados de armas más que potentes. Porque ese es el gran problema que tenemos los fans de King: tiene tantos libros maravillosos, que es casi imposible que los nuevos que leemos destaquen y sobresalgan.

Es un escritor tan prolífico, ha escrito tantas maravillas, que un libro tan pausado y tranquilo como es Joyland no tiene posibilidades de llegar a lo más alto. Quizá, si este libro hubiera sido publicado en los años 80, me encontraría escribiendo una opinión muy diferente.

Además, el engaño editorial que supone la sinopsis nos crea unas expectativas que, habiendo leído el libro, son difíciles de cumplir.

 El libro: Joyland

Como decía, Joyland es un libro que se asemeja a un paseo por el campo en primavera. Por un campo idílico en el que no hay sobresaltos, el sol brilla y la hierba acaricia y refresca nuestros pies.

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¿Es un mal paseo? En absoluto. Sin embargo, es un paseo aburrido. No aburrido en el sentido de que se nos haga pesado e insoportable, sino aburrido en el sentido de que no sucede nada.

Lo curioso del caso, es que, a pesar de ese aburrimiento, el libro en sí me ha gustado bastante. Intentaré contaros exactamente por qué.

Ficha técnica

EditorialPenguin RandomHouse

SelloDeBolsillo

TítuloJoyland

AutorStephen King

TraductorJosé Óscar Hernández Sendin

Número de páginas304

ISBN978-84-9062-410-4

PublicaciónMayo 2014

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Sinopsis

La leyenda cuenta que se cometió un cruento asesinato en la Casa Embrujada de Joyland… ¿Te atreves a entrar?

Carolina del Norte, verano de 1973. El universitario Devin Jones consigue un trabajo en un pequeño parque de atracciones llamado Joyland, donde descubre la historia de un terrible crimen que tuvo lugar en la Casa Embrujada y que nunca fue resuelto. Y no es el único fascinado por el parque y su leyenda negra. Cerca de su pensión vive Mike, un chico que sufre una enfermedad terminal, con el que traba amistad. El chaval no ha visitado nunca Joyland y le encantaría hacerlo antes de morir. Es entonces cuando Devin planea una visita privada para el final de la temporada. El día transcurre entre montañas rusas e historias de terror sobre lo que pudo haberle pasado a la joven asesinada. Sin embargo, las visitas indeseadas y las preguntas indiscretas pueden provocar reacciones imprevisibles. Sin saberlo, Devin se ha metido en un peligroso juego del que tal vez no saldrá nunca

Opinión

No puedo empezar de otra forma que criticando lo injusta y falsa que es la sinopsis. Cualquiera que la lea, pensará que estamos ante una obra de misterio cargada de acción y de situaciones truculentas.

Nada más lejos de la realidad.

El problema viene porque la sinopsis narra los hechos que suceden en las últimas 40 páginas (quizá menos) y no dice absolutamente nada de lo que es el libro en realidad. Porque Joyland, a través de Devin Jones, Jonesy o Dev, es una oda a la postadolescencia. A los años de universidad, a los trabajos de verano, a los primeros amores, a los corazones rotos y a la muerte. Un homenaje a las cicatrices que deja el pasado y a los sentimientos que nos embargan al recordarlo.

Joyland está narrada por el propio Devin Jones, contada 40 años después de los sucesos. Ese hecho, por sí solo, ya dota a la historia de un cariz melancólico con el que es muy fácil empatizar. El narrador recuerda cómo le rompieron el corazón, cómo se encontraba en aquel verano y el bálsamo curativo que fue encontrar Joyland y trabajar allí.

«En lo que concierne al pasado, todo el mundo escribe ficción», dice el protagonista al comienzo del libro. Un fiel reflejo de lo que es este libro y de las reflexiones filosóficas que nos encontramos a lo largo de sus páginas. De la que, si me permitís, quiero destacar una más: «Según lo veo yo, el amor de talonario es mejor que la ausencia de amor».

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En lo que concierne al pasado, todo el mundo escribe ficción, Joyland de Stephen King
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Así pues, estamos ante una novela tranquila, que relata con pelos y señales la vida de un veinteañero que trabaja en un parque de atracciones a principios de los años 70. Ese es el núcleo de Joyland.

El resto, el niño tullido, su madre y el misterio, solo son un poco de atrezo que sirve de excusa para hablarnos de ese núcleo.

Personalmente, he conectado muy bien con el protagonista y eso me ha empujado página tras página. Quería encontrar el misterio, conocer los por qué, pero viéndolo todo en conjunto, creo que esa trama no es siquiera importante.

Conclusión

Como decía al principio, Joyland es una novela-paseo. No hay mucha acción, no hay una gran trama detrás de la historia, pero funciona. Funciona y es un paseo tranquilo y agradable por las ferias de los años 70, por el desamor, la muerte y la melancolía.

Si te gusta King, te atraen las novelas paisajísticas o te gustan las ferias y los feriantes, este es tu libro.

Sin embargo, si buscas al King clásico, el terror, el misterio y los grandes giros dramáticos… me temo que este libro te va a defraudar.

La entrada Joyland se publicó primero en El Rincón de Cabal.