Revista Literatura

La amistad y el desencanto

Publicado el 25 noviembre 2016 por Lachicadelte
...¡Es la hora del té!
¿No os ha pasado que habéis querido retomar una vieja amistad pero, desgraciadamente, ya no era como antes? A mi me ha pasado. 
La amistad y el desencanto
Cuando tenía unos catorce años tenía una pandilla de amigos bastante grande. Teniendo en cuenta que soy nula para relacionarme y siempre he tenido muy pocos amigos, imaginaos el subidón que supuso en mi vida verme rodeada de gente tan diferente, y además en tan buen ambiente. Pero claro, como todo lo bueno en la vida... aquello se acabó: que si alguien se empieza a llevar mal con alguien, que si porqué le has contado a fulanito no se qué, que si a fulanita le gusta menganito, pero a menganito le gusta otra... y ese tipo de mierdas. Cosas que ocurren entre los adolescentes, y que acaban estropeando muchas amistades. Pero siempre hay algún amigo/a que se salva, alguien con quien sabes que puedes contar, pase lo que pase. 
Mi mejor amiga y yo siempre estábamos juntas, nos contábamos todo tipo de confidencias, nos apoyábamos mucho la una a la otra... Íbamos juntas a clase, incluso cuando comenzamos bachillerato y nos tuvimos que cambiar de instituto. En el nuevo insti conocimos a otro grupete de chicas al que yo no caía muy bien porque les parecía un poco borde (soy una persona tímida, y antes era un poco seria cuando no estaba en un ambiente de confianza). Estas chicas eran definitivamente más fiesteras que yo, le daban mucho "más juego" que yo para ciertas cosas y empezó a darme la sensación de que mi amiga las prefería a ellas antes que a mi. Todo se fue estropeando poco a poco, me daba la sensación de que sobraba, además mi amiga no solía defenderme cuando las otras chicas me criticaban delante de ella... y al final decidí romper la amistad, porque me hacía sufrir mucho el hecho de que mi amiga no comprendiera cómo estaba sintiendo yo respecto a todo aquello. Al principio, no tener amigos fue una liberación, pero poco a poco empecé a añorar ciertas cosas y a sentirme terriblemente sola y prescindible. 
Desde entonces, me he sentido 100% responsable de lo que pasó, juzgándome severamente y culpándome por no haber sabido manejar la situación y no haber intentado mantener la amistad con ella. Fue un chasco tan grande en mi vida que me afectó para siempre, caí en una especie de "estado depresivo": no quería salir de casa (coincidió con mis años de universidad, y recuerdo que no quería ir más que de casa a la facultad, y de la facultad a casa) y me centré por completo en mis estudios. 
Durante los años siguientes, no supe mucho de ella. Intenté retomar la amistad dos o tres años más tarde, pero todo era muy diferente y complicado, y lo sigue siendo.
Y todo este rollo, diréis, ¿para qué nos lo cuentas? 
La amistad y el desencanto
Pues porque es algo que a día de hoy no he superado, y me sigo sintiendo prescindible en todas las relaciones de amistad que inicio. Para mi, sigue siendo muy difícil encontrar ese amigo que está a las buenas y a las malas, que está cuando de verdad lo necesitas, que te intenta comprender aunque piense de manera diferente a ti, que no actúe de manera interesada y que sea sincero pero a la vez empático. Bueno, sí... quizá sean demasiadas cosas en una misma persona, y está claro que todos tenemos momentos buenos y momentos malos, pero seguro que estáis de acuerdo conmigo en una cosa: con los años, el desencanto en  la amistad nos ha llevado a todos a esperar poco o nada de nuestros amigos, incluso a etiquetar a las personas como "amigos para salir de fiesta" o "amigos para tomar unas cañas". Nos resignamos a la evidencia de que no hay personas completas, y de que no podremos encontrar nunca a un verdadero amigo. En definitiva, etiquetamos para no sufrir. 
¿Forma esto parte del proceso de aprendizaje en la vida? ¿O simplemente es una alienación de la sociedad? ¿O por el contrario, somos los alienados aquellos que seguimos esperando a un verdadero amigo? ¿Creéis que la ficción literaria y el cine nos han hecho creer en ideales en torno a la amistad que en realidad no existen? 
La amistad y el desencanto
¡Nos vemos en el próximo té!

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Lachicadelte ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revistas