Para cumplir con la nueva Ley de Comunicación, desde este mes La rue Morgue cuenta con un nuevo articulista y “observador” estatal que nos dará su “opinión” sobre los textos a publicarse. Naturalmente, como no se trata de un censor, su función consiste en decirnos lo que debemos y lo que no debemos subir al blog, nada más; adicionalmente cooperará con un artículo para alguna de nuestras secciones.
Yo me encuentro encantado con la llegada de este compañerito, el señor Kléber Tontazo – portador de seis maestrías y un doctorado –, sobre todo porque me exigió una oficina con todos los aderezos necesarios, tres asistentes y seis asistentes para sus asistentes, una secretaria “multiuso”, computadoras con una excelente memoria RAM y un teléfono rojo para comunicarse directamente con la presidencia – entidad con la que, obviamente, nada tiene que ver –; gastos que – palabras más, palabras menos – me tienen jodido. Sin embargo, cumpliendo con la ley, dejo a mis lectores en buenas manos y con la esperanza de que no nos abandonen.
El Ecuador, representado por un poderoso gato negro, defiende su soberanía de los embates de Assange, el inocente conejito.
El Ecuador es tierno como un gatito dormido, pero, cuando alguien se atreve a mancillar su soberanía, se transforma en una terrible pantera africana, de esas que salen en el canal gringo de animales, Penthouse. En efecto, los ecuatorianos somos gente amable y pacífica que se indigna contra aquellos que intentan pisotear su independencia – aunque sean BFFs como el Assange, quien solo nos molestó un poquito.
Así que ¡cuidado, imperialistas del mundo! Nunca permitiremos que se aprovechen de nosotros, a menos que quienes lo hagan sean chinos o venezolanos, porque la dignidad no se compra con dólares sino con yuanes o bolívares.
Tres funcionarios que muestran la mejor cara posible.
El mes pasado, el país fue titular en la mayoría de periódicos corruptos por una decisión histórica: entregar ayuda financiera para la capacitación de los Estados Unidos en materia de derechos humanos. Aún recuerdo el momento en que escuché la noticia en uno de los canales independientes e incautados por el gobierno; mi corazón ardiente por poco se incinera de la emoción y mis manos limpias casi se ensucian con un torrente de lágrimas. No era para menos, pues ¿quién se ha atrevido antes a dar una bofetada de dignidad a los gringos imperialistas? ¡NADIE!
Mi amigo Alvarado, con la frente en alto, demostró al mundo que “sí se puede” dejar a la diplomacia internacional, literalmente, boquiabierta usando una sola cosa: el cinismo.
Quiero, sin embargo, analizar detenidamente todo lo que nos convierte en el ejemplo a seguir en derechos humanos:
La policía y cincuenta y dos diputados destituidos jugando a “las cogidas”.
1) Nunca hemos violado la constitución, impidiendo que diputados elegidos por el pueblo ingresen al Congreso, al tiempo que negociábamos con sus suplentes para que ocupen su lugar. ¡NEVER!
2) Jamás se nos ha pasado por la cabeza sacar cuarenta millones de dólares a un periodista que no gana ni mil al mes. ¡NEVER!
3) Nadie ha escuchado a nuestro presidente denigrando a una persona por su condición física o intelectual. ¡NEVER!
4) Nuestro sistema legal es tan justo y eficiente que “nunca de los nuncas” ha encerrado en la cárcel a una mujer porque “es fea y cae mal a todo el mundo”. ¡NEVER!
5) Never in the life se ha escuchado que medios de comunicación incautados sigan funcionando por más de un año en manos del Estado, sin ser vendidos para pagar a la gente que, víctima de la corrupción de algunos banqueros, se quedó en la calle.
6) Y jamás, jamás, jamás, entiéndase bien: J – A – M – Á – S se nos ha ocurrido bailar y cantar música protesta mientras nuestros compatriotas se matan a tiros.
¿Se pondría en esas carnes?
Con todas estas cualidades, es evidente que somos los indicados para dar cátedra en derechos humanos. Mas ¿cuál es el plan que proponemos a los Estados Unidos para mejorar en esta área? No soy la persona indicada para responder una pregunta tan técnica, se necesitan un par de doctorados más para eso; aunque sí creo, modestamente, que puedo hacer un bosquejo:
En primer lugar debemos enseñarles a los gringos a escuchar las canciones de Fito Páez y Facundo Cabral, ya que no hay nada más criminal y antihumano que los temas de Lady Gaga.
También es importante que los yanquis dejen el fútbol americano y se dediquen a la macateta, deporte que los ecuatorianos – que somos medio boludos – dominamos desde la tierna infancia y que nos prepara para soportar los pelotazos de la política con la mayor alegría e ingenuidad.
Es adecuado explicarles a los gringos que las torturas en Guantánamo son obsoletas y basta con reemplazarlas con cadenas sabatinas de cuatro horas. Pruebas científicas realizadas en los invisibles laboratorios de la Universidad Central demuestran que el sufrimiento es infinitamente mayor.
Otra opción es desviar el dinero que se utilizaba en el espionaje de gente inocente hacia un programa para desarrollar el arte y la ciencia, el mismo que consiste en usar los recursos en la creación de muchísimos ministerios, en vez de ofrecer becas para los artistas; al fin que “esas cosas no sirven para nada”.
Finalmente, debemos sugerir a los imperialistas que compren camisas estilo Zuleta, ya que esto es una prueba de respeto y admiración por los pueblos ancestrales que están llenos de indios de poncho de oro.
Kléber Fermín Tontazo
PhD y magister en Comunicación aplicada a la incomunicación de masas.