Revista Diario

La caja

Publicado el 26 enero 2012 por Mamenod

LA CAJASé que los jueces, mucho antes de aprobar esos exámenesterribles que certifican que son los mejores para el puesto, tienen que pasaruna primera prueba que muy poca gente supera. Estoy segura de que en ese examenprimero, nadie les exige la memoria prodigiosa de recordar cada artículoescrito de la ley, y nadie les pide que hagan una exposición oral de lainfluencia del latín en las frases enrevesadas con las que se dictan losdecretos. En esa primera prueba de pericia legal, los aspirantes a jueces tienenque demostrar que son poseedores de una hermosa cajita mágica.Supongo que os habréis quedado sorprendidos por este secretoque lleva siglos guardado  y que hoy, conesta revelación, puede daros una idea de cómo es posible que un ser humano seacapaz de resistir, sentado y con cara de no inmutarse, como unos niñatos sinsentimientos se ríen del dolor de una familia y juegan con el trabajo de unosprofesionales. Y es que, como si se tratara de un ritual, cada uno de esoshombres y mujeres de acero que algún día se convertirán en magistrados, tienenque pasar por delante de un tribunal de hombres buenos que comprobarán que todoestá en orden y que aquellos aprendices togados están en posesión del secreto.Es un objeto cuadrado, marrón, aparentemente carente de algúnatractivo o distintivo que haga a ningún ojo sospechar, pero ese envase es lallave que les promete la entrada en un paraíso al que  no hemos sido llamados el resto de losmortales, a un estado sobrenatural que les deja permanecer distantes de lossentimientos mundanos.Y es que dicen que esa caja de cartón que no vemos pero queestoy segura que existe, va con ellos cada día cuando se marchan de casa. Larecogen del cajón de la magia después del beso de despedida de los niños y lameten en el coche, diciendo adiós con la mano a la familia, bajando levementela mirada para no tener que recordar lo que dejaron detrás una vez que la abran.Y es que justo antes de sentarse en el estrado, en esemomento de salir a escena cuando lo anuncie la voz en off de las películasbuenas, el hombre de negro que tendrá que decidir sobre el dolor y lainjusticia y hacer cábalas para discernir entre lo real y la mentira, tiene queabrir el baúl que le acompaña desde siempre y guardar en el fondo acolchado dela conciencia traicionada, sus corazonadas, su amor al prójimo, el sentimientode padre o la ternura sin medida del abuelo. No es hasta entonces cuando estápreparado para salir al escenario, no es hasta que se despoja de lasensibilidad humana cuando se convierte realmente en juez, no lo es hasta quedeja encerrada bajo llave  la tristeza porla pérdida, la angustia por los actos crueles y la ira de la impotencia.Así, liberado, es como puede enfrentarse a los terrores delmundo, es la única manera de aplicar la ley sin sentimientos y sinremordimientos, cumpliendo solamente con lo que dice el precepto, sin apartarla mirada de unos padres que sufren.Es un tema complicado esto de la justicia. Lasmanifestaciones y los actos se llenan de voces que piden a gritos que algo hayque cambiar, que esta democracia que todavía nos duele tanto porque nosrecuerda la herida, tiene ya madurez suficiente para ir siendo amoldada a loque la sociedad implora.Es difícil, lo entiendo, saber donde está la media de lobueno y de lo malo, y que nunca se es justo en el porcentaje adecuado. Lo quepara unos es magnífico, un día nos puede dar en la cara con la vuelta de lamoneda, cuando al otro lado haya alguien afectado por una forma de hacerjusticia menos permisiva o menos dulce con los derechos del acusado.No me gustaría que volviéramos, porque no sé en lo queacabaría convirtiéndonos, al ordeno y mando, patada en la puerta e intimidad atentada;pero esta claro que la sociedad está suplicando un cambio, y que las mentespensantes tienen que mostrarnos las cartas de las que disponen.Mientras, en todos los despachos y en todos los juzgados hayun lugar secreto donde se guarda el corazón de un juez. En él se quedan adiario los recuerdos de la infancia, la foto de los hijos, y el soplo de airedel alma que es capaz de volver a convertirlos en humanos una y otra vez.
LA CAJA

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Mamenod 622 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revistas