Dependemos no de las circunstancias externas, sino de nuestro estado interior.
Revista Talentos
En el peor día de su vida una de las hermanas rechazó al mejor hombre que conoció mientras que, unas cuantas mesas más allá, la gemela en el mejor día de su vida aceptó al peor hombre del pueblo.
Dependemos no de las circunstancias externas, sino de nuestro estado interior.
Dependemos no de las circunstancias externas, sino de nuestro estado interior.