Un dolor de garganta aparece cuando no es posible comunicar las aflicciones...
El estomago arde cuando la rabia no consigue salir...
La diabetes invade cuando la soledad duele...
El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta...
El dolor de cabeza deprime cuando las dudas de uno mismo aumentan....
El corazón renuncia cuando el sentido de la vida parece terminar...
Los pulmones se resisten cuando la libertad no alcanza....
La alergia aparece cuando el perfeccionismo es intolerable...
Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas...
El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza...
La presión sube cuando el miedio aprisiona...
Las neurosis paralizan cuando el "niño interno" tiraniza...
Las articulaciones duelen cuando la rigidez nos invade...
La fiebre sube cuando las defensas detonan las fronteras de la inmunidad....
Y tus dolores callados?
Cómo hablan ellos a través de tu cuerpo?
Pero cuidado....
Elige qué hablar...
con quién hacerlo....
donde, cuando y cómo!
Solo los niños cuentan todo,
a cualquier hora,
de cualquier forma....
Elije a alguien que pueda ayudarte a organizar las ideas...
a armonizar sensaciones y a recuperar la alegría ...!
Todos necesitamos saludablemente de un oyente interesado....
alguien que conozca nuestro universo interior con mirada profunda,
alguien que ilumine la porción de camino que no estamos viendo.
Luego todo depende de nuestro esfuerzo personal
para que se produzcan los cambios que deseamos para nuestra vida...
