Después de tenerla en acogida durante casi 9 meses, el pasado lunes nos acercamos con ella hasta el albergue de animales de Valle Colino para llevar a cabo todo el papeleo y que la esterilizasen, "chipeasen" y vacunasen, tal y como manda la ley.
El equipo encargado del albergue se llevó una feliz sorpresa al encontrarla tan feliz y gordita. Su caso fue extremo: una familia la llevó diciendo textualmente "no la queremos" y desde ese día, esta preciosura se dejaba morir de pena. No había forma de que se alimentase y cada día adelgazaba más y más. Como me comentó el veterinario "contra eso no se puede hacer nada y te ves impotente e incapaz". Cuando, a través de Facebook, "Dama Élfica", (una conocida y hoy, ya, amiga) me comentó el caso de la Cascabelera, se me rompió el corazón. Era cuestión de días que falleciera por desnutrición al no querer comer. Así que lo comenté con mi amor de vidas y le dijimos que nos la quedábamos por el momento.
Estuvo varios días agazapada bajo nuestra cama, en el dormitorio. Nosotros nos trasladamos a otro cuarto para que se hallase relajada y tranquila. Mi gran preocupación era que comiese, así que le compré los mejores patés y las mejores tarrinas de carne para gatos...Y la comida fue desapareciendo. Tres semanas después, ya le abrimos la puerta del dormitorio para que saliese cuando ella decidiera.
La relacion con nuestra Hadita fue perfecta desde el primer instante. Se adoran, juegan, se retan, discuten.
Con respecto a los humanos de la casa: a mí me tolera y, de vez en cuando, me deja acariciarla y besarla (yo soy la que la reprendo), mientras que mi pareja ha resultado ser su absoluta pasión. Lo adora, se le tumba en la tripa, acude a su llamada, duerme con él, le permite que la acaricie entera...Lo que me alegra enormemente. Por ello, es él quien figura como su amito en todo el papeleo referente a su adopción.
Desde hace un par de días, Isis Cascabelera (antigua "Cascabel") ya disfruta de su hogar y de su familia con todas las de la ley.
Muchas gracias, "Dama Élfica" por la preciosa labor que haces y por traerla hasta nuestras vidas. Te queremos.
Y gracias, por supuesto, a los trabajadores de Valle Colino, que realizan un trabajo tremendo a diario, cuidando a decenas de bichitos y buscando adoptantes para ellos.
Si vivís en Tenerife, pasáos por allí cuando queráis. Es un lugar maravilloso y mágico, pese a la dureza que, al menos a mí me supone ver a tantos animalitos deseando que alguien los ame y los rescate.
Y recordad, siempre:
No compréis: ¡ADOPTAD!
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