Con el buen tiempo, que dura la menor parte del año, llega el momento de salir a caminar por la ciudad
Luego de tan crudo invierno y una primavera de lluvias y días nublados, algunos días del verano en que el sol se comporta con clemencia y alguna brisa acompaña al paseante, resultan ideales para sacar provecho de las áreas peatonales. Ir de compras, mirar y ser mirado, ir a tomar una caña o un café: cualquier argumento es válido, hasta el salir por salir a estirar las piernas.
No importa edad, tampoco la situación; no hay crisis que valga, la calle es de todos – es el ámbito democrático por antonomasia.
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