La lluvia es arte

Beatriz Benéitez Burgada. Santander.  Llueve y llueve, y no para de llover. Sé que necesitamos agua, y que en lugares como Castila y Extremadura se ponen contentos cada vez que el día amanece con lluvia. El campo necesita riego y el verano es largo. Pero... podría llover de forma organizada. Por ejemplo, por las noches. O dejar de llover los sábados y los domingos. Todos lo agradeceríamos, y los niños mucho más. Los centros comerciales y sus laberintos de bolas de colores son un lugar horrible los fines de semana; como una condena para los padres de niños que se suban por las paredes de casa y a los que, irremediablemente, hay que llevar a donde sea. Niños aparte, hay muchas actividades compatibles con la lluvia. La lectura es una. Os recomiendo ¨Dime quien soy¨, de Julia Navarro; preciosa novela. También el cine es una opción. Lo último que he visto es ¨La Pesca de salmón en Yemen¨, una película tierna y con varios mensajes, del director de otras cintas como ¨Chocolat¨ y ¨Las Normas de la Casa de la Sidra¨. Tampoco esta vez me ha defraudado el sueco Lasse Hallström. Por lo demás, conferencias, actos culturales, comidas, cenas y reuniones de amigos. Recuerdo una campaña promocional de Santiago de Compostela, cuyo eslogan decía ¨La lluvia es arte¨. Es posible. Pero, de cualquier forma, prefiero el sol. Por eso me iré a buscarle el puente del 1 de mayo.
Nunca viajo los puentes. En general, nunca viajo en temporada alta. Puede que sea porque a veces me guste nadar contracorriente y prefiero esos meses en los que poca gente hace la maleta para ir de vacaciones. No me gustan las aglomeraciones. Odio los aviones y trenes sin plazas libres, las largas colas y los  hoteles abarrotados, en los que tienes que ser el campeón de los madrugadores para encontrar una hamaca libre en la piscina. Por supuesto, pagando el doble que en otras épocas del año. Pero esta vez viajaré. Necesito luz, así que he elegido el sur. Ryanair nos llevará de Santander a Sevilla y en un coche de alquiler llegaremos hasta Punta Umbría, en Huelva. Nunca he estado en Huelva, pero espero poder comer pescadito frito y unos buenas gambas a la plancha. Y, sobre todo, espero no ver caer ni una gota de lluvia. Nos gustaría visitar Ayamonte y Faro, ya en tierras portuguesas. Y, a la vuelta, pasar un día en Sevilla. En cualquier caso, voy en busca del sol. O por lo menos de luz. Y de descanso. Me he propuesto no leer periódicos durante esos cinco días y, si puede ser, no ver ni un informativo. No se si lo conseguiré, pero me gustaría dejar al cerebro desconectar de crisis y otras noticias, a cual más dura, con las que nos desayunamos casi todos los días. Claro, que lo mejor no sería obvialarlas, sino que dejaran de ocurrir. Supongo que en ello estamos. Yo, de momento, me voy al sur.