Este sábado día 5 de septiembre se celebró, de nuevo, en Badajoz "La noche en Blanco". Hemos acudido a todas las ediciones y cada vez se nota una mayor asistencia de público, lo que , en principio, podría parecer algo positivo y sin duda lo ha sido para la hostelería pacense. Sin embargo me he quedado con un regusto un poco amargo y es que, algunas de las personas que acudieron a la cita, demostraban una enorme falta de educación, tal y como explicaré después.
A nosotros, que vamos en familia, con dos niñas pequeñas, no nos queda otra que ajustarnos a sus gustos y así que comenzamos viendo parte del espectáculo circense que se desarrolló en la Plaza de San Francisco. Ellas salieron encantadas y yo con un dolor de piernas tremendo, pero mereció la pena, con tal de verlas felices: acróbatas, payasos, el capitán maravillas... pasaron un buen rato.
Capitán Maravillas (eso decía él )
Luego comenzamos a subir hacía San Juan. Badajoz estaba atestado de gente, muy bien iluminado. Muchísima cola de gente esperando para hacer visitas organizadas a edificios emblemáticos como el Ayuntamiento, la Catedral, las Tres Campanas, la Giralda... no os podéis hacer una idea.Los chicos de Badacolor hicieron otro fantástico mural este año, mientras los niños (sobre todo ellos) decían lo bonito que quedaba, los colores tan vivos que tenía y es cierto.Trabajando en el mural (Badacolor)
Este año entré en algunos sitios que no había visitado: las casas mudéjares y Santa Catalina, una antigua iglesia, hoy abandonada, en la que todavía podían apreciarse algunos frescos. También subimos al parque de la Galera a escuchar música y fotografiamos la Plaza Alta. Este año no subimos a Espantaperros porque las gemelas estaban un poco cansadas.Espectáculo circense en San Francisco
Según ibas paseando te encontrabas con gente con muchas ganas de ver cosas, tiendas abiertas, algunas programaron actividades y otras se limitaron a aprovechar el tirón de la noche. Me parece lógico, si yo fuera empresaria haría lo mismo. Este año no pude acudir a Tusitala, pero imagino que disfrutarían de lo lindo con su Story Cubes (ahora aprovecho para remitiros a la entrada anterior y recordaros que tenemos una partida pendiente y que los textos los vamos a publicar en siete días. Vamos, no os hagáis los remolones).El problema, por así decirlo, llegó cuando fuimos a Museo de Bellas Artes de Badajoz . No lo habíamos visitado tras la reforma y debo decir, que me gustó mucho . El cambio ha supuesto una mejor combinación de espacios, dando cabida a obras que no la habían tenido hasta entonces. Pues bien, en este museo (aunque a mí me parece una soberana estupidez) está prohibido hacer fotos... daba igual, parecía que a la gente le fuera indiferente, y a pesar de los cartelones prohibiendo fotos, no dejaban de disparar con y sin flash. Luego estaban los que parecía que no habían visto un desnudo en su vida y hacían comentarios estúpidos sobre un culo o unas tetas. También me encontré con un chaval (dieciséis o diecisiete años) que se puso delante del cuadro de una mujer desnuda, completamente pegado a él, para hacerse una foto, le faltó rascarlo con las uñas. Lo más sorprendente es que nadie, ni de su familia, ni del museo le decía nada. También estaban los que se daban voces de un piso a otro, porque se ve que no pueden hablar como las personas normales. Estoy hablando de adultos, personas mayores de 18 años. Salí cabreada, indignada y pensando que si cualquiera de mis hijas hubiera hecho eso le habría estado abroncando hasta llegar a casa. Con ese amargor me vine, pero prometiéndome ir al Museo (aunque sean unos ridículos que no dejen hacer fotos) en mejor ocasión, con menos gente y más tranquila.
Iluminación ayuntamiento de Badajoz
La fiesta siguió sin nosotros, el sabor... ya os digo un poco agridulce: mucha luz, mucha gente, mucho espectáculo, los edificios preciosos...pero me quedé con la sensación de que no encontré mi lugar, un sitio dónde estar realmente cómoda. Tal vez es que el ambiente es cada vez más lúdico y menos cultural. En fin, esperaré hasta el año que viene, a ver si disfruto de otra forma.