“¿Qué son los Enanos? De ellos puede decirse mucho: un prodigio de inocencia, originalidad e ilusión: puede decirse con Nervo: quien los vio no los puede jamás olvidar. De ellos puede decirse todo, menos decir qué son. Porque no basta describir y decir que hay un premioso paseo de treinta magos cansados, o frailes agobiados, o astrólogos lentos, o romanos tardos, o cardenales torpes, según convengan en aparecer cada lustro: en todo caso se mueven apoyados en lanza, cayado, vara, báculo, rejón, según convengan cada lustro, y cantan cansinos, hasta que el propio cansancio y la impaciencia de la gente los mueve a entrar por una de las dos puertas de una pequeña caseta. En ese instante irrumpe una polca schnell y los que van entrando salen por la otra puerta de manera inmediata convertidos en enanos saltarines, ágiles, alegres, prodigiosos y danzan y danzan y danzan y trenzan la magia de la danza que la gente danza mientras los vive…”. (Luis Cobiella, Pregón de la Bajada de la Virgen 2000)
Las primeras familias de los conquistadores que se asentaron en Santa Cruz de La Palma iniciaron los cultos del Corpus Christi allá por el siglo XVI.
El 19 de agosto de 1558, el obispo de Canarias ordenó que se hiciese un teatro en la puerta de la Iglesia del Salvador durante el Corpus.
En el siglo XVII aparecieron unos “Xigantes” junto a los que actuaban cabezudos y enanos. Y ya, en el siglo XVIII, aparecieron unos “hombres” regordetes y ridículos que se burlaban de la gente, todo envuelto en ironía y exquisito buen humor.
El escrito más antiguo que existe sobre los enanos es del 27 de diciembre de 1833:
“24 de Marzo, Ocho de la noche, Plaza de San Francisco, la Ciudad se engalana de luces, banderas y gentes para la celebración de la Coronación de la Reina Isabel II como Reina de España.
Según se tiene conocimiento, los enanos salían junto con los gigantes y cabezudos en las fiesta del Corpus Christi.
Seis enanos y enanas salen a bailar al ritmo de la música y acompañados de gigantes y cabezudos en la Plaza de San Francisco. Fue tanta la diversión que se alargó toda la noche, de aquí la tradición de ver amanecer a estos pequeños danzarines.”
En 1905 se decide que estos elegante danzarines saldrán cada cinco años durante la Bajada de la Virgen.
“Pasados más de 20 años desde que participé como uno de ellos en la Danza de los Enanos de la Bajada de La Virgen, me siento legitimado para desvelar su secreto ancestral.
No tengan la más mínima duda de que los primeros esbeltos cantadores de la Loa a María de Las Nieves son los mismos que a continuación, en pocos segundos, se transforman en enanos danzarines. El proceso, aunque puede parecer complejo, es realmente sencillo. Aquellos, al terminar sus cánticos y evoluciones coreográficas, se introducen por la parte trasera de una pequeña caseta, para salir por su parte delantera convertidos en enanos.
Lo que ocurre dentro de la caseta es algo verdaderamente simple. El cantador, al entrar en la caseta, se introduce en un espacio totalmente negro y oscuro en forma de embudo, de manera que, al ir progresando por su interior, va necesariamente mermando su tamaño, y así, cuando llega al final de la parte corta del embudo, que coincide con la parte delantera de la caseta, sale de ella, sin apenas darse cuenta, convertido en un auténtico enano, que, asombrado de su transformación y sintiéndose aligerado del peso de su anterior estatura, salta, brinca y danza en honor de La Virgen y de su pueblo palmero.
Este es el secreto, que a partir de hoy deja de serlo. Espero que no me linchen por haberlo desvelado.” (Acenk Galván Lugo).
Esta es la canción que cantan los juglares, siete estrofas cantadas a la Virgen de Las Nieves.
Del Mester de Juglaría guardamos la tradición – verso de la devoción, trova de la cortesía – que tiene su inspiración, su razón y su alegría en la hermosa advocación de Las Nieves de María.
Primera estrofa
Limpio espejo de virtud, socorro, paz y consuelo, fuente que, con plenitud, mana las gracias del cielo.
Segunda estrofa
Celestial maternidad nos brinda, con sus fulgores y sus divinos favores, fe, esperanza y caridad.
Tercera estrofa
Tibia luz de la mañana, pan dulce, lumbre y hogar, alcaldesa y capitana de la tierra y de la mar.
Cuarta estrofa
Dama que, con tierno afán, al pueblo isleño sustenta, lo sosiega en la tormenta y nieva sobre el volcán.
Quinta estrofa
El Mester de Juglaría en clave de arte menor canta el pregón este día de un milagro de fervor.
Sexta estrofa
¡Atención!, ya toca ver otro prodigio cercano que, en la magia del verano, todo puede suceder.
Séptima estrofa
Por la gracia de su mano y por lustral don de amor, cabe un hombre en un enano, cabe el mundo en una flor.
Tras estas sietes estrofas, sale el enano de la caseta danzando y brincando.
Es una maravilla que debe verse aunque sea una vez en la vida, que no te lo cuenten y no sirve verlo en vídeo. Hay que verlo allí, a ser posible por la noche.
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publicado el 05 agosto a las 22:54
me encanta ver en el youtube esta danza de enano,me impresiona como unos hombres pueden convertirse en enanos sera la altura,porque todo son de la misma talla o no