Revista Diario
«La razón eres tú», bilogía de Analí Sangar.
Publicado el 11 enero 2019 por Mariaelenatijeras @ElenaTijerasLa razón eres tú, bilogía de Analí Sangar y su primera incursión en el mundo literario con nervios e ilusión. Todos los que nos atrevemos a ello tenemos siempre esa desazón en el estómago, ¿gustará?, ¿será bien recibido por los lectores? Y mientras leía cada una de sus páginas llegaba a la misma conclusión: «no me extraña que tenga tan buena crítica» y es que no es para menos. Una obra narrada en primera persona por cada uno de sus personajes principales: Mario, Noelia, Mila, aunque entre el elenco hay algunos más que con su personalidad, tan bien definida por la autora hicieron que la historia cobrara vida entre mis manos.
Completamente adictiva desde el principio, ya que Sangar ha marcado su impronta tan personal en ella, se abre una trama que cuenta una intensa historia de amor en la que las emociones desarrollan un papel muy importante junto con un hilo conductor como es la música. No en vano, parte de sus protagonistas tocan en una banda de Rock cada sábado en un pub de la ciudad. Una ciudad en la que, sin nombrarla, puedo identificar todos los lugares que se citan, puesto que todos son reales. Hablar de estos dos libros es hablar de esperanza, de un futuro prometedor, de obstáculos que ponen en peligro la felicidad alcanzada y los sueños creados, de una lucha constante que quiebra el corazón más duro, sin embargo, cuando se apuesta por los sentimientos, por no darse por vencido cuando las circunstancias casi obligan a ello, la luz aparece entre las tinieblas, densas y casi impenetrables, que el factor destino se empeña en poner delante de nuestros ojos.
La razón eres tú: gris acerado, verde ardiente y La razón eres tú II: blanco opresivo, negro lóbrego, rojo rabioso: dos novelas intensas de hoy, con gente que vive una vida de hoy, actual, que sienten y sufren, que ríen, que tienden su mano cuando un amigo la requiere, que abre la puerta a unos personajes que quieren hablarte de ellos sin tapujos, con todo lujo de detalles sin caer en el chabacano. En definitiva, un soplo de aire fresco en este ambiente romántico dentro de la literatura.