La suerte está echada

Beatriz Benéitez Burgada. SantanderSiempre me ha gustado mucho mucho el día 22 de diciembre. Es el anuncio de la llegada de la Navidad. Me gusta también el 21, con esos reportajes que emiten en todas las cadenas sobre los niños cantores, las bolas y los preparativos del sorteo más famoso del año. Me gusta el ruido de las bolas cuando los bombos giran, las entrevistas a los histriónicos que hay en la sala.... me gusta este día en general. Una vez, incluso me tocó una pedrea. Hasta ahí he llegado. Pero no pierdo la esperanza.  En una ocasión pude vivir de cerca y contar después algunas de esas escenas que se ven por la tele en los lugares en los que tocan los premios importantes. Trabajaba en El Diario Montañés y pasamos media mañana en una sala que había junto a la redacción, viendo el sorteo por la tele. Había que hacer el especial que saldría a los kioskos por la tarde. Entró uno de los fotógrafos, Miguel de las Cuevas, y dijo: ¨si toca algo, será lejos de Santander. Verás cómo tenemos que ir a la otra punta de Cantabria¨. Y así fue. Un rato después salió el Gordo y una parte tocó en la localidad cántabra de San Martín de Elines, en Valderredible. Miguel tenía razón, no había un sitio más lejos de Santander en toda la Comunidad. Dos horas después de conducir hacia el sur, desembarcamos en el bar del pueblo. Allí habían vendido participaciones y todas o casi todas las familias de la pedanía tenían algún boleto. La alegría era inmensa, compartida y contagiosa. Y nosotros estábamos contentos de poder contar algo bueno. Recuerdo que no nos dejaban marchar, ¨quedaros a comer¨, nos decían. Hoy es otra vez 22 de diciembre. Y algunas personas vivirán ese momento que, este año, con cinco millones de desempleados, seguramente será más intenso que nunca. Ojalá esté lo más repartido posible y les toque a los que más lo necesiten. Suerte a todos y muchas felicidades a los afortunados.