Revista Diario
¡Las cinco en punto, de la tarde!....¡ Mi té por favor!
Publicado el 10 mayo 2013 por MarynelaEn el Reino Unido, la tradición del té y la cinco de la tarde, es algo muy arraigado y muy típico. Pues en Middleton St George, el condado de Durham, también se sigue esta costumbre, sobre todo Mr.P, que lo toma acompañado de pastel, expresamente preparado para él y todo sería muy normal, si Mr.P, no fuera un caballo enano.
Este precioso poni, que se siente rechazado por sus congéneres grandotes, que se ve que lo toman por un bicho raro o un perro grande, como le pasa a mucha gente cuando lo ve aparecer de lejos, sin embargo, se encuentra como pez en el agua, en casa de sus propietaria Katy Smit, donde es una excelente mascota, para ella y sus hijos pequeños.
Mr. P, la acompaña por la calle, como si de un perro se tratara, la acompaña al supermercado para hacer la compra, entra con ella en las cafeterías, para tomar su té, que se ve que en esa zona son muy permisivos, para admitir animales, en los establecimientos que venden alimentos.
En realidad, el caballito, vive en un establo, adecuado a sus necesidades, pero pasa gran parte del tiempo en el apartamento, de un sólo dormitorio de la dueña, y nunca, nunca, se ha hecho pipi o caca, en el suelo, ni en la calle, ni en los establecimientos, ya que su dueña lleva siempre un cubo rosa, para que cuando le vienen las ganas, lo use de “jarrito de mear y lo demás” y ese es el motivo principal, porque pasa tanto tiempo dentro del hogar, para que se habitué a convivir con humanos, ya que la dueña, tiene una empresa, de caballos de terapia, y el que viva en la casa, lo habitúa a comportarse en casa de los pacientes.
El caso es que caballito, está más contento con los humanos que con los equinos y demuestra tener un comportamiento, muy humano, ya que a veces, según la dueña, es como un marido gruñón y otras como un niño travieso.
Otra vez más, los animales dando ejemplos y ayudando a las personas desinteresadamente, bueno muy desinteresadamente no, porque su té no puede faltarle.