Las fuentes perdidas de José Antonio Cotrina

Las fuentes perdidas, de José Antonio Cotrina, aunque no es el primer libro suyo que leo, sí que va a ser el primero que reseñe. Pero ya se sabe: más vale tarde que nunca.

Más o menos como me pasó con Brandon Sanderson, han caído en mis manos al menos tres libros más de José Antonio que no he reseñado. Y hoy vamos a ponerle solución con, otra casualidad igual que con , su primera novela: Las fuentes perdidas.

El autor: José Antonio Cotrina

José Antonio Cotrina, vitoriano nacido en la década de los 70, empezó a publicar relatos a principios de los 90. Se licenció en Publicidad y Relaciones Públicas, pero viendo la fecha tan temprana de sus primeras publicaciones, me parece que lo suyo siempre fueron las letras.

Fue finalista y ganó varios premios de ciencia ficción y fantasía a finales de los 90 principios de los 2000 y publicó su primera novela (Las fuentes perdidas) en 2003. A partir de ahí, nos ha surtido con un continuo de novelas y relatos de fantasía oscura con, a veces, tintes de ciencia ficción.

Hay quien dice que mezcla también el terror, pero la capacidad casi innata que tiene para introducir descripciones brutales y desagradables no reduce un ápice la carga fantástica que lo rodea todo. Fantasía oscura, weird, más que terror es lo que Mr. Cotrina escribe. Al menos en las novelas que he leído.

Actualmente la mayoría de lo que escribe lo hace a cuatro manos con Gabriella Campbell.

Conocí a José Antonio Cotrina antes de haber leído nada suyo. Quizá, si ya hubiera leído algo, lo hubiera saludado con algo más de efusividad. O con recelo de alguien que empieza todas sus novelas con alguna escena impactante de verdad.

Cuando vi el ejemplar de Las fuentes perdidas que ahora reseño, ya había leído El fin de los sueños. Ya sabía por dónde iba su mente y qué tipo de... cosas me iba a encontrar dentro de Las fuentes perdidas. Y, aún así, dejé que fueran otros quienes escogieran el libro y le echasen un vistazo antes de darle el visto bueno

He tardado un poco en llegar hasta esa parte de la pila del mal de libros pendientes (la edad de mi hija da buena muestra de ello), pero por fin lo he conseguido. Porque, creo que no me equivoco al decir que Las fuentes perdidas es el libro de Cotrina que más me ha gustado.

El ejemplar que tengo entre manos es una reedición del original, con una corrección adicional, algún cambio menor y un relato adicional a modo de epílogo.

Ficha técnica

Un mundo secreto se oculta entre las líneas del nuestro. Un mundo donde el horror y la maravilla se mezclan y confunden. Délano Gris, aventurero a sueldo y conocido canalla, se ve envuelto en una expedición en busca de las fuentes perdidas, un lugar legendario donde, según se cuenta, se cumplen todos los deseos. Acompañado por un grupo insólito de personajes, Délano se abrirá camino por las entrañas del mundo oculto. Lo que ignora es que ese viaje delirante lo conducirá de regreso a lo más sombrío de su pasado, a la pesadilla que gobierna su vida y marca su destino.

Complementa la novela el relato Entre líneas, largo tiempo fuera de la circulación, donde se muestran ya las claves esenciales del universo fantástico en que se desarrolla la historia.

No supe que Las fuentes perdidas era una primera novela hasta que llegué a una frase muy concreta del primer tercio del libro. Un punto en el que su protagonista, Délano, "Encendió su portátil [...] y lo puso en modo red". Ahí me dije que esto no estaba escrito en 2017... ni en 2010... quizá ni en el 2000.

Cuento este detalle solo para mostrar que, a pesar de ser una primera novela, su calidad está a un nivel muy alto. El lenguaje cuidado, las descripciones desgarradoras, la profundidad de los personajes, sus sombras... todo en el libro avanza a un ritmo que te atrapa y, si no fuera ingeniero y hubiera vivido esa época de cambio de "encender el modo red", no me hubiera dado cuenta del año de publicación.

La historia, como cuenta la sinopsis, habla de un viaje perturbador por unos mundos de locura. El viaje del héroe, podríamos decir. Solo que no viajamos con héroes, sino con rufianes, asesinos y mentes depravadas.

El mundo en sí, la concepción que tiene José Antonio Cotrina de los pasos olvidados, las ciudades de ese otro mundo, los viajes entre ciudades mundanas ... Toda la imaginería es sobresaliente.

Sin embargo, el hecho de que nos deslumbra con tantos detalles, tantas posibilidades y tantas historias que queremos oír, que el libro se queda corto. Nos cuenta una aventura y nos deja con las ganas de saber muchísimas cosas más sobre... casi todo lo demás. Aunque esto, por sí mismo, no puedo marcarlo como punto negativo. Me encanta hacer cosas así en mis historias y sería hipócrita pretender que otros no lo hagan.

Lo que sí me sacó ligeramente de la lectura es el tramo final. No sé si porque necesitaba llegar ya al final de Las fuentes perdidas, porque estaba atrapado con la historia o por qué, pero las... situaciones del último bloque no me han terminado de encajar.

En resumen: un muy buen libro, con una fantasía oscura y extraña maravillosa, en la que unos personajes corretean buscando unas fuentes. Lo mejor, esa fantasía y esos personajes; lo no tan mejor, alguno de los giros que buscan dar dramatismo y acaban pidiendo una novela entera a parte.

Leer el germen del que nace Las fuentes perdidas ha sido algo que no esperaba. Me ha gustado mucho ver ese " en un agujero vivía un hobbit ", de Tolkien, en versión José Antonio Cotrina.

Aunque me hubiera gustado leerlo antes que Las fuentes perdidas. Saber de qué va todo, saber qué es leer entre líneas y saber quién es Alexandre, hacen que el relato pierda mucha fuerza.

Y la tiene.

Si tú, lector, tienes este ejemplar en tus manos y todavía no has empezado a leerlo, te recomiendo que viajes hasta la página 509 y empieces a leer por ahí. Eso sí, con cuidado de no ver nada en tu viaje hasta ese punto...

Las fuentes perdidas es un gran libro, diga lo que diga yo con mis sensaciones finales. Si te gusta la fantasía, la fantasía descarnada y brutal, en donde la magia paga un alto precio y los nigromantes son unos verdaderos hijosdeputa, donde los mundos mágicos tienen dragones, naves y furgonetas Nissan: este es tu libro.