Letras

Domingo, la semana no ha traído nada reseñable más allá de mis lecturas y tramites obligatorios.En ocasiones me da la impresión de vivir en un bucle, donde paso del libro electrónico al papel, sin solución de continuidad.La leída se ha convertido en mi refugio y asidero para estas fechas tan dadas a la zozobra anímica y la melancolía, ambas nada recomendables, salvo que se quiera llorar desconsoladamente.En los días nublados, la inspiración suele ir al casino a jugar a la ruleta con tus emociones, apostando a un número desconocido.Justo en ese momento, hay que utilizar la salida de emergencia, la cual tiene forma de libro, un buen texto puede ser una sana manera de huir de un mal día, o una semana para olvidar, de esas en las que nunca pasa nada.En días como hoy, me alegro de que el inventor de la imprenta, se esforzase en poner en marcha semejante logro y no se dedicara a fabricar bombas atómicas.
Los lectores enfermizos como yo, sobrevivimos gracias a él. La lectura, es uno de los vicios más limpios que conozco.