¡Ringggg! ¿Ringggg!
-Sí, dígame. (Imagínese en austriaco, pero lo he traducido para facilitar la lectura)
-Mira, ¿eres Felix, pero el Felix ese con apellido tan raro que se ha tirado desde la estratosfera?
-Sí, señora, soy yo...dígame. Supongo que habrá llamado Ud. para felicitarme por la hazaña. Muy bien, pues muchas gracias. Le dejo que estoy muy ocupado atendiendo a los medios de comunicación.
-Pues mira no, no te he llamado para felicitarte. Te he llamado para decirte que me parece que lo que tú has hecho es una tontería, vamos lo que aquí en España llamamos una gilipollez.
»Porque, vamos a ver, guapo, ¿qué es lo que has conseguido tú haciendo lo que has hecho? ¿Has salvado la vida a alguien?, No. ¿Has contribuido a que avance la ciencia? "Pos" yo creo que tampoco, eso sí a no ser que sea útil para el ser humano saber que cayendo de la estratosfera a mil kilómetros por hora los ojos no se te van a salir de la órbita, información muy útil y digna de tener en cuenta cuando vayamos a hacer lo mismo que tú el próximo puente que no tengan colegio los niños.
-Pues mi madre está muy orgullosa de mí- responde Felix un poco achantado.
-¿Orgullosa? ¿orgullosa está tu madre? lo que está es deseando cogerte cuando no haya prensa y de la colleja no te libra ni San Judas Tadeo. Vamos, no me quiero yo imaginar el sofocón de esa mujer cuando te vio allí arriba, metido en esa lavadora y cayendo a lo loco.
»¡Y el dinero que ha costado la gracia! No me caben en la cabeza la cantidad de millones que se han gastado los de Red Bull para darte las alas. No te da vergüenza, con la de criaturitas que hay pasando hambre.
Mira Felix, que no, que esto que tu has hecho es una tontería en mi tierra y supongo que también en la tuya, lo que pasa es que tú te has ido a buscar a los americanos que les gustan mucho esos meneos y ¡venga! "pa" el espacio exterior, como se dice ahora, "sin mieo".
»Pues yo tenía que decírtelo Felix, que estoy muy "enfadá". Que está la vida mu achuchá y hay mucha crisis para gastarse el dinero en cosas que no sirven "pa na".
-Bueno, señora, tengo que dejarla, adiós y gracias por su opinión.
-Adiós Felix, hasta otro día y ...no le des más disgustos a tu madre, la pobre.
Colgó el teléfono y suspiró profundamente. Ella que era mucho de pensar que las cosas hay que decirlas a la cara, volvió a enchufar la plancha y puso más alta la tele para ver el programa de Jorge Javier.
Solamente volvió a pensar en Felix un minuto más, el tiempo justo de atusarse el pelo coqueta mientras pensaba en voz alta:
- ¡Ay por Dios...qué tranquila me he quedao!