Nací con una gata en los pies de esa maleta que fue mi cuna.
Viviamos 7 en una chavola.
En estas circunstancias el gato, o esa Mini, no era un mero animal de compañía.
Era imprescindible.
Entraba y salia, o bien por la puerta o por un hueco que había en la pared,junto al techo
Tenia la costumbre de dormír en la cama junto con mis 4 hermanos y yo
Gracias a ella mi casa era terreno vedado para ratas, ratones o todo dicho que se pusiese a su alcanze
Me imagino la tranquilidad de mis padres al verla con nosotros, durmiendo.
Porque a su modo nos protejia,para ella eramos sus cachorros y como a tales nos trataba
Paria en casa.
Tengo el recuerdo de quitarla los cachorros y verla detrás de mi
Cuando nos fuimos al piso no se adapto, se golpeaba con las paredes.Sufría, era una gata callejera,no estaban echa para vivir entre 4 paredes.
Así que mis padres la devolvieron a su hábitat natural, salvaje libre,pero siempre fiel ,noble, proctetora
De eso han pasado mas de 40 años,pero mis hermanos y yo la llevamos en el recuerdo, en el corazón ,por todo lo que nos dio, por todo lo que hizo por nosotros, esa simple gata callejera
la grandeza de las cosas sencillas