Martes

Martes, la jornada continua, entre ficheros de empresas de trabajo temporal de esas que te exigen llenar largos formularios para acabar mandándote ofertas de piscinero, matarife, captador de organizaciones no gubernamentales, bailarín de discoteca y soldador, nada que ver con tu cualificación profesional en mi caso locutor de radio.Lo cual me produce una sensación de lo mas incomoda, envidio a aquellos que su estado físico, véase salud y movilidad les permite ver las cosas con mayor claridad, no es de extrañar que la gente se marche de España en búsqueda de trabajos que se ajusten mas a sus capacidades profesionales, mientras los que no tenemos otra opción más que quedarnos ,mendigamos por grabar una cuña publicitaria y lo que es mucho más deprimente cobrarla, como si el resto de profesionales vivieran del aire...Es realmente cansado, poner siempre el ejemplo de que cuando alguien va a comprar, no lo coge del estante y final del proceso, también ha de pagar por ello.Al parecer para muchos personajes el locutor es un señor o señora, que no tiene derecho a cobrar por su trabajo y su tiempo no vale dinero, además de que no necesita ingresos para vivir, pagar la luz y el teléfono por poner algunos ejemplos.Teniendo que emplear más tiempo en cobrar por sus trabajos que el resto de profesiones.Resulta realmente estomagante ir mendigando dinero como si fuera un lujo.Seguro que a los fontaneros, los tratan con más respeto, a los electricistas, a los mecánicos e incluso a los pianistas del más cutre de los burdeles, no les regatean tanto sus honorarios.Siempre ha habido clases y eso se nota.A los que nos cuesta cobrar, nos duele que nos digan que la culpa es de la crisis, cualquier excusa es buena para no pagar.Mientras, quienes no pagan, van viviendo y dando pretextos para que no nos quejemos.Siempre ha habido clases.Resulta también desalentador dirigirte a asociaciones profesionales para que te teóricamente te ayuden a desarrollar tu carrera, aunque la realidad resulta de lo mas desalentadora, estas asociaciones que teóricamente velan por la buena imagen de la radio y sus profesionales, castigan con el más estrepitoso de los silencios a quienes se dirigen a ellos para resolver sus dudas.Vistas así las cosas, quitan las ganas de creer en el asociacionismo profesional donde todo lo manejan entre cuatro, generan desapego y roban la ilusión de aquellos que queremos abrirnos camino.Mientras tenemos que aceptar trabajos no retribuidos para ir llenando nuestro curriculum, cuestión que provoca una sensación de mercancía barata, a la que es fácil callar la boca, sabiendo que hay muchos dispuestos a trabajar a cambio de una línea de tinta en un papel.Lo reconozco un actor porno tiene más facilidad para cobrar que un humilde locutor, con un lustroso diploma colgado en la pared que acredita sus capacidades pero que no siempre puede ejercer.No es justo, pero es asi, alguien dijo que empezar en la radio, servia para acabar de recepcionista en un hotel o cosas peores sospecho que tenía razón.Quien dijo estas palabras empezó en la radio y acabo escribiendo novela negra .a pesar de tener una voz grave de esas que tanto gustan a los publicistas.