Revista Diario

Matar a un personaje

Publicado el 15 abril 2014 por Anabel

MATAR A UN PERSONAJE

Nadie mata a sus personajes como George R.R. Martin

Es complicado crear un personaje, dotarlo de vida, hacer que parezca algo más que cuatro garabatos juntos, requiere trabajo, dedicación y esfuerzo. Con todo, no siempre salen como uno quiere, se desvían y si tú pretendías llevarlos por un camino y  ellos se desmandan. De repente deciden asaltar trenes, pararse en un bar a tomar garbanzos, llevarse bien con su archienemigo,  devorar una escena en la que no debían tener un papel más que secundario... sí, hay personajes que fagocitan a los demás. Pero no acaba ahí las dificultades, tengo que confesar algo y es que me parece muy complicado matar ciertos personajes.
Hace poco me tocó matar a uno que había creado en un curso de narrativa, el problema es que mi personaje era una niña y sinceramente, no estaba dispuesta a matarla. En realidad no tenía que matarla del todo, sino dejarla al borde de la muerte, con la conciencia cierta, de que de ahí no iba a salir. No tengo madera de George R.R.Martin, para qué voy a engañaros y eso que creo que buena parte del encanto de la saga de "Juego de Tronos" (prometo verla, prometo verla) está en lo inseguro de la vida de sus personajes. Creo que es una técnica muy interesante para hacer que el drama se desborde y por supuesto, para atraer a los lectores. ¿Habría sido igual la historia de "Juego de Tronos" si determinado e importantísimo personaje no fuera ejecutado a la mitad de la primera novela? Creo que no.  Saber que nadie está a salvo es uno de los encantos principales de "Juego de Tronos", los que sois forofos no me lo negaréis.¿Por qué nos atrae la muerte de los personajes? Recuerdo que cuando estrenaron "Harry Potter y el caliz de fuego" uno de los comentarios que más gente llevó al cine, era saber que un personaje iba a morir. Tal vez resultó un poco decepcionante para los fans, que no fuera uno de los personaje principales, pero creo que publicitariamente funcionó bien.  Además, así el autor va preparando el camino para matar personajes importantes en otros tomos de la saga...

MATAR A UN PERSONAJE

Otro punto interesante es cómo matar a ese personaje, ¿merecen todos morir de igual forma? y es que no es lo mismo hacerlo enfermar, que provocar su suicidio, asesinarlo. No sé si habéis leído "Mujercitas" de Louisa May Alcott. La muerte de Beth fue la primera (literaria) a la que asistí y me turbó profundamente, la pobrecita pillaba la escarlatina y no se escapaba.
Los hay que han matado a los protagonistas de sus novelas, como Charles Dickens que no dudó en hacerlo con la protagonista de "La tienda de antigüedades". Sin embargo, los personajes, sobre todo protagonistas y antagonistas se resisten a morir. Mejor dicho el público se niega a que mueran y exigen a los autores que los resuciten y los autores (que en el fondo son unos mandados) actúan en consecuencia. Ahí tenemos el caso de Sherlock Holmes, de Conan Doyle que posiblemente sea una de las resurrecciones más sonadas desde los tiempos de Lázaro.
Por otro lado hay temáticas que exigen muertos a diestro y siniestro. ¿Qué sería de las novelas negras sin sin un cadáver que llevarse a la boca?, ¿cómo podríamos tener acceso al mundo de los zombis o los vampiros si nadie muere? ¿Qué sería de "Cinco horas con Mario" si Mario estuviese vivo?, ¿qué iba a hacer Carmen Sotillo?

MATAR A UN PERSONAJE

Prueba a escribir cinco horas con Mario, dejando a Mario vivo...


Matar a un personaje es importante: escogerlo, determinar el momento y la forma es un un arte que puede atraer al público  o espantarlo. Aunque yo creo que el morbo resulta extremadamente atractivo.
Si os preguntáis que hice con mi personaje infantil... bueno, eso va a quedar para mí porque francamente, no creo que le importe un pimiento a nadie y no pienso dejar que nadie lea lo que sucedió con mi muchachita, queda entre ella y yo. 

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