Revista Diario

Maternidades

Publicado el 12 abril 2013 por Mamenod
MaternidadesAyer pasé un ratito agradable con los hijos de una amiga, de una gemela que ha tenido unos gemelos que llevan ya seis meses asomándose despacito a la vida.Si ayer yo hubiera sido la protagonista de una película, el momento en que tuve en brazos a los niños hubiera sido la escena perfecta para hacer un fundido en negro y provocar eso que en el cine se denomina flashback (escena retrospectiva en castellano, ir "patras" en andaluz castizo).El calorcito suave que emanaban aquellos bebés, sus miradas limpias y aquel aroma que impregnaba la casa de mi amiga Mili, me hizo retroceder en el tiempo casi sin proponérmelo, sin pensarlo y sin apenas poder controlar un estremecimiento por toda la piel que volvió a llevarme al salón de mi casa, cuando eran mis niños los que balbuceaban, haciéndose entender con sonidos recién estrenados.De repente volvió la ternura, el orgullo y la felicidad completa, pero curiosamente también volvieron a mí los fantasmas del miedo a la enfermedad, del terror a cometer una equivocación y a la responsabilidad de ser la repostera elegida para desmoldar un futuro.Y es que es muy difícil ser padres, o al menos lo es para mí. Estamos tan acostumbrados a que parezca algo natural, algo con lo que todo el mundo cuenta desde el momento uno en que tienes una relación de pareja, que tú te dejas llevar por ese sentimiento de "la ley de la vida", y te embarcas en la aventura sin saber muy bien dónde terminará el viaje y sin intuir siquiera o haciendo como que no oyes, que lo que viene después del "ha sido niñ....", es la situación más surrealista que vas a vivir en la vida. Ayer intuí las risas y los llantos, sentí el cansancio de las noches en vela, aspiré el olor del amor, porque el amor por los hijos se huele, y cargué de nuevo las pilas de la vida, las que hacen que giren las manecillas del reloj que cuenta las horas importantes, las que no se olvidan nunca y te convierten en mejor persona.Ya me han dicho que en la novela que he escrito, la maternidad es un tema que sobresale por encima de los demás. Ni lo dudo ni me extraña porque creo que no hay nada más importante en mi vida que sus vidas, ni nada que supere a la sensación de saber que de alguna manera son parte de mí. Si hay tres cosas que hacer en la vida para estar completo, no voy a negar que me siento orgullosa de haber conseguido cumplir con el tópico. Plantar un árbol me trae recuerdos de la adolescencia perdida, del campito de Chiclana y de vida por estrenar. Escribir un libro, de eso qué os voy a contar, si todavía ando en la nube de los sueños conseguidos. Pero tener un hijo, o dos como en mi caso, eso supera con creces el límite de los sentimientos probables, de las emociones presentidas. Aunque es pronto, y como yo no soy mucho de días señalados, vaya con adelanto mi felicitación más sincera a todas las madres del mundo, por supuesto antes que nada la mía, a todas esas personas que un día de repente aprendieron que alguien se había colado sin preguntar por delante de sus prioridades, que la criatura no traía manual de instrucciones y que la tierra había dejado de girar alrededor del sol de repente, por esa facilidad que tienen los niños de hacer que el mundo de vueltas a una velocidad diferente. Para todas y por todas, es justo haceros llegar mis más cariñosas felicitaciones. Besos
Maternidades

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Mamenod 622 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revistas