La escritura me apasiona, casi tanto como leer. Así que, cuando hace unos meses mi amiga Mar me comentó que se iban a celebrar unas jornadas y talleres literarios en Badajoz, decidí apuntarme. Así entré en contacto con el CELARD en Badajoz. He participado en dos talleres, la experiencia ha sido completamente diferente a la de los talleres on line: me ha gustado. Aunque reconozco que en los talleres a distancia he hecho fabulosos amigos (Eduardo, Txoming, Regina, Toni, Haydee... ) la vivencia en directo cambia mucho la manera en que se afronta la escritura.
Otra de las iniciativas que tuvieron fue convocar un concurso de microrrelatos y que tuve la suerte de ganar el primero. Ahora quería compartirlo con vosotros. Me ilusionó mucho; deseo que os guste
EL FINAL Carlos Jiménez se acercaba a la cornisa con reticencia. No debía ser así, pero una resistencia queda se había apoderado del personaje. Las palabras iban por un lado, él por otro. A pesar de las vacilaciones llegó al filo del edificio. Lo que debía suceder estaba cantado: un salto y terminaría con su penosa vida de malo de novela. La última página estaba a la vuelta de la esquina. Se dejó caer. El viento cortaba su rostro mientras se aproximaba al asfalto y lanzó un grito desesperado: —¡No me mates, deja de leer! Quedo suspenso en el aire, a escasos metros del suelo, ante la mirada del lector, que cerró el libro. Aquella noche tuvo pesadillas, ¿a cuántos personajes había matado? Se sintió responsable. Al día siguiente todo estaba más claro. Abrió la obra por la página 254, miró a los ojos al hombrecillo y musitó: —Lo siento.Ahora, CELARD junto con la cadena SER en Extremadura organizan un concurso de relatos encadenados, similar al que se organiza a nivel nacional, Lógicamente este sólo se transmite aquí, pero me parece una buena idea para dar salida a todos los aficionados a la escritura. Animaos, seguro que será divertido.