Revista Talentos

Mi último adiós Capítulo II

Publicado el 18 diciembre 2015 por María José Luque Fernández @sonrisasdecamaleo
.................Mi último adiós   Capítulo II.....todo volvió a ser como antes, la calma y la quietud de la noche que en picado caía sobre el barranco que a un lado dejaban los raíles.
Ahora ya más tranquilo, se acurrucó en su cama sin intención de dormir, no quería volver a tener aquel sueño que tanto le había estremecido pero aquello era prácticamente imposible: Había sido un día tan agotador, lleno de molestias e inconvenientes, visitas que nunca le habían gustado, era tan monótonoel escuchar siempre las mismas buenas palabras de boca de personas que ni siquiera sabían lo que significaba el honor, el buen hacer, la ética en los negocios,para ellos solo existía el dinero, lo demás no tenía ni la más mínima importancia, sólo sus ciegas ambiciones, les guiaban día a día adelante, negociando la compra de un local o el derrumbamiento de un edificio, aunque este estuviese habitado por pobre gente.De repente todos aquellos pensamientos se le antojaban grandes laberintos en una gran lucha que estaba teniendo lugar en lo más profundo de su ser.Esa sensación de proximidad que tanto le agobiaba ahora, y que otras veces le había dominado ya iba entrando en el. Se resistía a aquella idea que empezaba a girar en el interior de su cabeza, ¿Que podía hacer? Era como una voz  que le decía. “Aunque cierres las puertas y ventanas,  tapes grietas  conseguiré entrar”.
No quería rendirse pero estaba tan cansado…….
…….. Algo le pinchaba en el pecho, torpemente asió con su mano un papel que tenía en el bolsillo de la camisa, estaba muy arrugado, en una esquina podía verse algo escrito, la curiosidad le llevo a leerla:
“Mi yo se estremece, no se que hacer, quisiera llorar, pero las lágrimas no invaden mis ojos y siento una angustia que me hace estar triste, que me hace olvidar  y dejar el mundo que me he creado y vivir la realidad del momento.¿Qué esperar ya? Nada solo una esperanza que no llega, una aurora que jamás aparecerá, una sonrisa que se quiebra tras la desesperanza. Yo quisiera conquistar el mundo, como queremos todos los mortales, pero………..
 ¡Ay señor! Que doloroso es, he prometido que destruiré todo esperanza que contenga, yo soy como un epicúreo que prefiere el placer al dolor, yo quiero ser libre y vivir no importa cómo, aunque sea con mucho dolor y desesperanza, que a veces contribuye a que ese deseo de morir viviendo se haga más realidad.
Hace ya para mí el nacimiento de un día significaba algo, hoy no significa nada, sólo amargura, el despertar encontrándote toda una farsa y el dormirte pensando que cambiara, cuando en ti hay algo que te dice que eso no se producirá, quizás jamás.
Esperas dar algo a esta vida. Ser útil a los demás sacrificando tus deseos, e incluso el amor que un día, podría profesar, sólo por intentar que el mundo siga mejor, para intentar compartir tu amor entre todos.
Luchar, luchar,  luchar que hermosas palabras cuando se las encuentra significado, pero cuando no, son como silbidos que nunca llega, mudos para el oído y para toda esperanza.
Yo te deseo lo mejor, pues sé que tu si luchas, estas es una concesión de cómo soy yo y lo que siento, que a nadie he mostrado, es mi mayor regalo y deseo que consigas lo que para mí es inútil.Lo que he sacrificado, y no deseo el compadecimiento de nadie, pues se en mi interior que será así y nadie lo podrá cambiar, por esto lo acepto con una sonrisa marchita en un mundo de risas y alegrías”.
Un escalofrío había galopado de una punta a  otra de su cuerpo (de todo su ser) mientras leía aquellas tristes palabras de las que apenas comprendía el significado, que quiso darles aquella que las había escrito.
La soledad llenaba aquel compartimiento en el que el frío ruido metálico de una llave acababa de sonar, entonces se quedo atónito, era ella, el producto de aquel intenso dolor pocas horas antes, y estaba allí, entre sus manos. No había sido un sueño.
Pensó que otra vez estaba ocurriendo, pero sabia que no era otra pesadilla, era tan real como el.
Estaba  tan sorprendido, no entendió nada, pero quizás es que no quería, solo tenía que unir todas y cada una de las piezas de ese rompecabezas que estaba viviendo..............Continuará........Marijose.-Fotografía de la red.-

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