Cuantas cárceles con aves que desean volar, cuanta voluntad por haber querido entrar.
Cuanto silencio transformado en pregunta, cuanta frialdad en el actuar.
Cuantas preguntas sin responder, cuantas respuestas sin sentido.
Cuanta devastación por ser como ser, cuanto enredo por intentar sonreír.
Cuanto supuesto engaño, cuando era yo quien me engañaba a mi mismo.
Cuanta palabra desperdiciada, cuanta canción pisoteada.
Cuantas mochilas tuviste que cargar...seis.
Cuantas mochilas cargas...solo la mía.