Monólogo: lunes tristes, tristes lunes

LUNES TRISTES, TRISTES LUNES.
Dicen que el tercer lunes del mes de Enero es el más triste del año,  Blue Monday le llaman, por lo visto esta tristeza está causada por el clima, por la cuesta de enero, porque ya nos hemos dado cuenta que los propósitos de año nuevo los va a cumplir rita,  etc, etc, etc.... Pues que queréis que os diga, con todos mis respetos al inventor del Blue Monday,  pero tampoco difiere mucho de lo que viene siendo un lunes normal,  y ya no digamos si es un lunes después de vacaciones, con su síndrome vacacional y todo.
A ver, que digan que el día más triste del año es lunes.... Pues no me sorprende,  que es un frío día de enero, pues tampoco me sorprende, pero que una de las variables sea darnos cuenta que los propósitos de año nuevo no los vamos a cumplir ni aunque nos lo pidan por favor, ese no debería ser motivo de depresión, si no de costumbre,  porque después de los turrones todos los años hacemos lo mismo para terminar la navidad.
Sinceramente no creo que el tercer lunes de Enero deprima más que los demás, son lunes, ¿qué puedes esperar de ellos?  Nunca se caracterizaron por sus risas desenfrenadas,  su alegría existencial, ni por ser el día favorito de la semana,  pero oye, poniéndole un poco de café los lunes cogen otro color,  concretamente el que descubres al abrir más los ojos porque el café ha hecho que por fin te despiertes y veas la realidad... Aunque a veces sea mejor vivir anestesiado.
A veces no me queda claro si somos nosotros los que odiamos a los lunes, con nuestro incesante renegar de subirnos a nuestra rutinaria realidad semanal, o si son los lunes los que nos odian a nosotros, con ese maltrato psicológico semana tras semana de obligarnos a subirnos al mundo con el estrepitoso ruido del despertador justamente cuando menos te apetece,  torturándonos con una continua carencia de sueño y de sueños.
En fin, que sea lo que sea,  y si no funciona lo de a mal tiempo buena cara,  que ya os digo os yo que no funciona,  pues al lunes ponedle un poco de café,  no arregla nada, ni soluciona el problema, no hace que el calendario se actualice y se convierta de repente en viernes, pero como cuidado paliativo es la mejor alternativa para superar a esa rutinaria patología que semana tras semana se convierte en nuestros lunes.
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