Revista Talentos

Monólogo...las luces de navidad

Publicado el 15 diciembre 2014 por Espe85

LAS LUCES DE NAVIDAD
¡Qué bonitas son las luces navideñas con las que adornan las grandes ciudades!...Y que bien nos viene el ponerlas como excusa para asaltar tiendas y centros comerciales, como si no hubiera un mañana, con las famosas compras navideñas. Seamos sinceros, todos, y sobre todo, todas, cuando llegan estas fechas decimos eso de: A ver qué fin de semana vamos a Madrid a ver las luces…Mientras piensas: Las luces…Primark, Ikea, Zara, H&M, el mercadillo de la Plaza Mayor…Y cuanta tienda se cruce por el camino susceptible de ser atacada. Cabe decir una cosa más, yo he puesto de ejemplo Madrid, pero puede aplicarse el ejemplo a cualquier otra ciudad con tiendas y alumbrado navideño.
Cuando llega la navidad, entre las luces y las cansinas canciones navideñas que ponen en tiendas y centros comerciales, se nos dispara el consumismo que es un gusto. Es ver las luces de un árbol de Navidad y oír eso de: “campana, sobre campana” y comprabas, sin pensar, todas las campanas de la catedral de Burgos. Se supone que es un tiempo de amor y paz, pero se ve que al amor y a la paz le gusta gastar, porque cuando nos invade ese espíritu comenzamos con las compras de los regalos navideños, y lo que no son regalos, todo sea dicho que algo te compras tú seguro, entrando en un bucle de luces, villancicos y compras que, hasta el siete de enero, es difícil de parar…Bueno, todo sea dicho, el siete de enero paran las luces y los villancicos, pero como empiezan las rebajas, las compras,  lo que son las compras, siguen.
Es curioso como para engañar a nuestras parejas y hacerlas pasar por el duro trance de ir de compras un día entero, les ponemos la excusa de ver las luces navideñas. Pero más curioso es aún, cuando le hacemos lo mismo año tras año y sigue aceptando…Será el espíritu de la Navidad, porque otra explicación no tiene.
Un martes o miércoles le decimos a nuestra pareja con tono tontorrón, para hacerle chantaje emocional: Nene, el sábado nos vamos a Madrid a ver las luces…Y él, que no se acuerda de la tortura que fue el año anterior, dice un sí del que más tarde se arrepentirá. Luego llega el sábado, el día de ir a ver el alumbrado navideño, y …¿Las luces cuando las encienden?...Por la tarde…Pues nosotros nos vamos a las nueve de la mañana para llegar los primeros…Los primeros a las tiendas, porque con eso de que hay que esperar a ver las luces, pues nos recorremos todas las tiendas de Gran Vía, Preciados y Sol, junto con la correspondiente vuelta por la Plaza Mayor a comprar adornos típicos navideños…Ya tienes adornada tu casa…Pero por si acaso…Después intentas comer, digo intentas porque el fin de semana que vas tú, también ha decidido ir media España,y no hay lugar ni para beberse un vaso de agua sin haber hecho antes una cola de dos horas.  Una vez has conseguido comer, coges las doscientas bolsas con las compras que has hecho, y te pones a hacer cola en la administración de lotería para comprar un décimo para el sorteo de Navidad...Por si acaso. Después de todo esto, ya se hizo de noche, y haces el camino al revés viendo las luces navideñas, que ya si están encendidas, en lo que vas de vuelta al coche. Total que del día de “ver luces navideñas”, has visto luces cómo la última media hora. También cabe destacar que en este recorrido de luces vespertino harás una parada para ver “Cortilandia”, y de esa forma mantener en tu cabeza esa pegajosa canción hasta las navidades que viene. Una vez llegas al coche y llenas el maletero con las bolsa, según arranca tu pareja, lo suyo es decirle: ¿Por qué no te pasas por el centro comercial y damos una vuelta a Ikea que necesito unos vasos… y así aprovechamos el viaje?...Y de esta forma tu pareja acabara acordándose de la madre que te parió, y no en muy buenos términos. Cuando a las doce de la noche llegáis a casa, tú estás más feliz que una perdiz…Y tu pareja piensa…El año que viene no me lía otra vez…Pero el espíritu navideño ya hará de las suyas y volverá.
Bueno, este es el resumen de un bonito día disfrutando de las luces y el ambiente navideño…Una cosa chicas, porque hacer eso a vuestras parejas cuando sabéis que tenéis a vuestra disposición cuatro o cinco amigas dispuestas a hacer este recorrido sin protestar, y dos veces si hace falta…Nunca está mal disfrutar en familia del espíritu navideño…Pero esto de navideño tiene poco, más bien es una encerrona para que os lleven las bolsas con las compras…Que es muy malo conocerse…Pero bueno, una vez al año no hace daño, y como en Navidad todos somos muy buenos, no pasa nada, y nos aguantan el arranque consumista…Qué pena que después del siete de Enero volvamos a tener licencia para ser los cabroncetes de siempre.
P.D.: Si te gusta la lectura puedes leernos también en: http://www.puntorojolibros.com/todas/Ironias-de-la-vida.htm

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