"mujer sin hijos" de jenn díaz

Los que leéis este blog, sabéis que admiro a Jenn Díaz. Quiero decirlo así, sin muchos adornos, porque me disgustaría que la reseña que voy a hacer sobre su libro "Mujer sin hijos" quede mediatizada por el placer que me provoca leerlo.
Sigo a Jenn desde que era Fusa y me topé con su blog,  me pegué a ella y no he podido quitarle el ojo de encima. Creo que fue un cibernáutico amigo común, que hoy tiene una librería maravillosa en Gijón, quien dijo que esta mujer tenía un porvenir maravilloso entre sus manos, que oiríamos hablar de ella (puede que Rafa no lo dijese con esas palabras, pero es lo que dejó entrever) y tenía razón. Jenn abrió la puerta del mundo literario y ha entrado dentro por méritos propios. No digo más, insisto, quiero centrarme en "Mujer sin hijos"Su nueva novela versa sobre la historia de tres mujeres diferentes, que se relacionarán entre sí. Tres supuestos diferentes de ausencia de maternidad: la que decide no tener hijos; la que muere al dar a luz; la que pierde a su hijo. Las tres viven en una sociedad donde a causa de una guerra (cuyo origen desconocemos) están obligadas a tener hijos. a repoblar un país para que no quede triste y hueco, repoblar a la fuerza, quieras o no.  El Estado fomenta la maternidad, pero no una maternidad voluntaria, sino a la fuerza. Se margina a las mujeres que no quieren o no pueden tener hijos. En este sentido, el libro de Jenn es oportuno, oportuno y necesario, incluso. Es importante hablar no sólo del deseo de ser madre, sino del de no querer serlo. En una sociedad donde la delación y el miedo están al orden del día, las mujeres que se niegan a tener hijos, las "Nuliparas" son repudiadas, perseguidas y encarceladas, y es que no se puede consentir que una mujer se niegue a tener hijos ¿no?

Jenn Díaz

Las protagonistas, tal y como os he dicho son tres: 

• Rita Albero: que se niega a tener hijos y es abandonada por su marido Samuel. La decisión
• Julia Albero: que fallece al poco de tener a su único hijo.
• Mónica: cuyo hijo murió pero ella sigue manteniendo las apariencias de que el pequeño vive y no quiere tener más hijos para sustituir aquel

Alrededor de estas tres mujeres padres, madres, ex esposos, maridos cobardes, cansados, suegras y cuñadas enteradillas, vecinos delatores y  mujeres que encaran su destino como pueden.
La maternidad, la cuestión sobre cuándo, cómo y si se desea ser madre, está abierta en la novela. El mensaje sobre la maternidad obligada es claro, se expresa en frases como "una madre que no desea la maternidad no será nunca una madre, sino una mujer a cargo de un niño". La lectura es  muy ágil y si alguien como yo (que ya sabéis lo muchísimo que me demoro) consigue leerlo en dos días, qué no haréis vosotros.
Sin embargo tengo que disentir con la autora en la forma en la que encara el final de la novela, aunque no voy a destriparla  (ni a la autora, ni a la novela, faltaría más), creo que cierta parte de la trama parece deslegitimar la una de las protagonistas, haciéndola parecer desequilibrada y privando la consciencia y coherencia que su decisión de no tener hijos tiene. Tengo que poner un pero, que si no se va a notar demasiado que estoy loca por Jenn .
En momentos como este, en el que ciertos ministros creen que pueden decidir qué es lo mejor para nosotros (con o sin nuestro consentimiento) y además tienen el descaro de llamarse progresistas, es imperativo reflexionar. Es imprescindible leer libros como "Mujer sin hijo", no cabe permitir que la hipocresía se adueñe de nuevo de nuestro modo de vida. Cuando lo que se pretende es obligar a las mujeres a tener hijos, a través de la agresividad del conservadurismo oscuro y zafio es necesario tener libros como este a mano, aunque sea para tirárselos a la cabeza a nuestro interlocutor. Ahora en serio (no sea que alguien vaya a agredir al Ministro con el libro y luego me imputen un delito de enaltecimiento de los atentados o algo por el estilo), creo que es un libro que merece la pena.