Si el mundo desapareciera…

…Que sólo nos quedara del infinito espacio vacío sin fín.

Que todas las personas, profesiones, artes, deportes, avances, guerras, países, dinero, religión, sexo, artes; lo mundano y lo elevado, lo diabólico y lo divino se arrasaran con el tiempo y los recuerdos de una humanidad con su historia imperfecta, directos haci un lugar de no retorno, de donde no volverían jamaz, ni nunca pasarían por tu recuerdo…

Que ciudades y torres, con sus casas y oficinas se las trague la tierra, y regrese el verde, el fruto y la fauna a dominar todo a mis vistas; sin rastro alguno de malos momentos de nuestra vida pasada, ya extinta, y que sólo quedáramos tu y yo en este mundo… Que por falta de otros seres, se vuelva nuestro.

Será entonces que nos veremos, y el silencio se sentirá y dejará caer por nuestros cuerpos, mientras miramos extrañados el nuevo y vírgen entorno y las manos poco a poco se entrecruzan, como queriendo buscar la confianza en el otro y vencer la incertidumbre que causa el exterior.

Será en este reino puro y verde, sin nadie más con quién discutir o por quién molestarse, en le cual siento que podrás al fín sonreir desde el alma por siempre, una felicidad permanente a mi lado sería posible y lo más peligroso sería cruzar los charcos durante la lluvia; no más infelicidad, no más molestias, enfermedad, celos, envidias, golpes, lágrimas, sangre ni muerte. Nuestro mundo ideal.

O al menos, así lo concibo cada vez que, esperando que todo este caos que llaman realidad termine, veo en tus ojos la esperenza, justo después de desepcionarte sin querer…

Sigo esperando, no quiero seguir perdiendo más litros de esperanza…