Niebla y amaneceres

La niebla me empapa y me sacude de arriba abajo. El viento me atrapa y no me deja moverme. Sin embargo, de vez en cuando el sol rosado se asoma sobre el horizonte y ya no creo nada. Es que siempre pensé que el sol era naranja o amarillo y yo lo vi rosado como si fuera un chicle. Entonces, ya no le creo nada a nadie. Ya nada me parece imposible.
El clima de esta ciudad parece jugar conmigo y desafiarme a cada rato. Parece que se burla de mis pasos mientras me sigue en este camino día a día. Para los que todavía creen lo que los demás le digan, tienen que saber que hay mucho más por aprender y lo que puede parecer tonto, otro día puede ser la realidad. 
Jamás dejaré amaneceres como estos para ir a clases, porque sé que hay mucha experiencia que consigo de esta forma, saliendo a ver el mundo. No me voy a sentar a que alguien me lo explique, quiero verlo con mis propios sentidos. Y esta foto no tiene filtros, solo algunos retoques de luz y saturación... pero la realidad no tenía ninguno, era mágica sin necesidad de la mano humana. 
Entonces, creo que los humanos se creen el centro del mundo y cuando veo la magia que hay en la naturaleza me cuesta creer que realmente estamos avanzando. Estamos descubriendo el mundo o creyendo que lo hacemos, pero poco sabemos de nosotros mismos y ahí prevalece el retroceso. Nos estamos olvidando de la esencia, eso que hace que todo este conectado y que le da magia al mundo. Las cosas no son solo cosas, son partes de un todo y su esencia esta conectada con otras, y ahí se encuentra el secreto de la vida. 
Pero la magia para que sea magia es preferible que sea secreta, que no se sepa el truco, eso es cosa de magos. Entonces, ¿Cuál será mi sentido en esta vida? ¿Qué cosas me conectan a este mundo? ¿Qué energía dejo a donde voy? ¿Soy amanecer o soy niebla? A veces me siento fría y todo se congela a mi paso, todos los recuerdos y sonrisas sin poder moverse. Y otras veces soy ese sol que calienta el mundo, que esparce sus colores por todo el cielo y aunque parezca diminuto su luz llega muy lejos. La cuestión es cómo dejar de lado la niebla, cómo poder ver hacia adelante, cómo poder saber qué es lo correcto. Mientras tanto, me encuentro siguiendo amaneceres con la esperanza de llegar a ser uno algún día, pero a veces el horizonte parece tan lejano y el río tan extenso.