Y tu silencio sigue sentándose en aquellas persianas de un asiento que confortablemente ya anda posado en mi balcón.
Mis cactus, mis rejas, mi blanca luz, que espero sean capaces de esperarte... serán como esos cactus que se hielan en las raíces de un silencio que anda congelándose...Ahí está tu silla... estación tras estación, y yo que la dejo posarse, perenne y esperando ese vuelo que sea capaz de entender, que hasta el final de mis días, seguirá ahí e inmóvil dejándote un huequecito en mi balcón..