¿Ella? Dulce, tierna, amorosa y hermosa.
¿Él? Protector, amoroso, dulce y bien parecido.
Novios.
Una de las parejas más estables que se habían visto, era todo dulzura. En verdad se amaban.
En el colegio, todos la percibían como la pareja "modelo", lo tenían todo.
Muchos años de conocerse, de ser uno solo.
Buscaban siempre formas de reinventarse para sorprender al otro y no caer en la rutina, hacían muchas locuras juntos, eran almas gemelas.
Allí, los dos "mandaban" por igual, había equilibrio.
Al asistir a la boda de una amiga, ambos se miraron fijamente y dijeron al mismo tiempo:
¡YA ES TIEMPO! ¡DEBEMOS CASARNOS!
Planearon como anunciarlo para que desde ahí fuera espectacular. Era diciembre, las familias unidas, felicidad, frío, sonrisas.
En plena cena, cuando estaban por terminar el levanta su copa y la golpea suavemente con un cuchillo.
Se pone de pie, la toma a ella de la mano, haciéndola ponerse también de pie y dice:
¡FAMILIA!.
-Todos lo ven con atención, adivinando ya sus palabras.
¡NOS CASAREMOS! -Gritan ambos, con una inmensa sonrisa.
La fecha ya está dicha: Será el 23 de diciembre del año próximo, dicen.
Ambas familias se encontraban ahí, aplaudiendo y sonriendo con ellos, hacía años que esperaban ese anuncio.
Los abrazaron para felicitarlos, y pocos segundos después sonó la campanada que anunciaba la llegada de la navidad.
Brindaron por el futuro matrimonio, todo eran risas, emoción, felicidad, planes y muchas opiniones.
Pasadas las fiestas, por allá del 7 de enero, comenzaron a materializar los planes que una boda implica. Ambos se involucraron, estaban realmente emocionados y más enamorados que nunca.
Cuando tenían momentos de descanso, iban a la casa que habían comprado para cuando su vida como matrimonio comenzara, hacían arreglos, acomodo de muebles y daban una nueva capa de pintura a las paredes.
Ahí, sentados en la sala, abrazados, comenzaban a imaginar lo que sería su vida juntos, teniéndose el uno al otro, SIEMPRE.
Lo siguiente, era imaginar la llegada de su primer hijo, emocionados y felices, sonreían hasta que sentían que toda la cara se entumecía.
Era todo tan PERFECTO.
Tras su graduación de la universidad, en Junio, decidieron irse a una pequeña cabaña cerca de una de las playas más hermosas que habían visto.
Al volver de ese viaje, continuaron planeando su boda.
Ambas familias estaban colaborando con algún detalle para agilizar y tener todo listo para aquel 23 de diciembre, que sería su día más feliz.
Un día, mientras hacían el acomodo final de los muebles, en el mes de agosto, suena el teléfono de ella.
Al ver que era su padre quien la llamaba decide atender.
Su padre le informa que su madre está muy enferma y desea verla, antes de morir.
Ella, ya con lágrimas, cuelga el teléfono y le dice a su prometido lo que su padre le informó.
Su prometido le dice que vaya lo más pronto que pueda y decide acompañarla.
Hacen rápidamente las maletas y emprenden el viaje.
Al llegar a la casa de sus padres, ella rompe en llanto. Él la abraza.
Al calmarse, ambos entran.
Su padre estaba sentado en el sofá de la sala con un gesto de angustia y le dice: - ¡Pasa! Tu madre desea verte.
Su prometido, se queda en la sala, conversando con su padre, tratando de tranquilizarlo, ya el señor estaba muy alterado.
Mientras, ella estaba con su madre, quien le decía lo linda que era y que agradecía a Dios tenerla como hija, que era la mejor, una bendición total.
Ambas lloraban.
Ella preguntó: ¿Cómo llegaste a esto? ¿Qué es lo que te pasa? ¡Estabas muy bien!
Su madre le responde: Perdón, pero solo aparentaba estarlo, vengo luchando con esto desde hace mucho tiempo y es hoy, que me cansé.
No creo aguantar más.
Sólo quería que vinieras, para desearte lo mejor ya que comenzarás una vida en matrimonio, con el hombre de tu vida, el ser que amas y sobre todo. QUE TE AMA.
Agradezco tanto, morir sabiéndote feliz, sabiendo que encontraste un hombre que te quiere, te valora y te respeta de la manera que mereces.
Ella interrumpe y le dice: ¡DEJA DE DECIR ESO! ¡NO VAS A MORIR!
La madre la ve tiernamente y le dice:
Mi partida es inevitable, tarde o temprano a todos nos toca dejar el cuerpo, para que nuestra alma alcance la eternidad.
Me toca a mi dejar el cuerpo, para que mi alma esté eternamente con ustedes, no los abandonaré, sólo dejarás de verme físicamente, pero estaré para ti SIEMPRE que tu así lo quieras, como tu estuviste siempre para mi.
Ella nuevamente interrumpe y le dice:
¡ME DUELEN TUS PALABRAS, NO SIGAS!.
Su madre dice: LOS AMO, nos volveremos a encontrar muy pronto, sonríe y segundos después muere.
Ella sale en shock de la habitación, en un silencio estremecedor y su padre dice:
¿QUÉ PASA? ¿POR QUÉ ESTÁS ASÍ?
Ella rompe en llanto y sólo puede decir: ¡HA MUERTO!.
El padre queda pasmado. Abraza a su hija.
Van a la habitación, lloran al pie de la cama de la madre, hasta que finalmente se resignan y llaman a la funeraria, para hacer todos los trámites.
Después de sepultarla, ella entra en depresión.
Su prometido está siempre a su lado, dando consuelo, amándola, todos siguen con los planes de la boda, mientras septiembre transcurre.
Deciden mudarse ya a la casa que compraron, después de todo ya estaba lista y creen que esa será la solución a la depresión de ella.
El 22 de diciembre, despierta con una desesperación terrible y decide irse sin avisar. Toma el auto y arranca a toda velocidad.
Su prometido, a quien había dejado dormido, escucha el auto salir y baja corriendo.
Al salir, ve el jardín arruinado y uno de los autos no estaba, ella se había marchado.
Toma el otro auto y arranca, con la intención de alcanzarla.
Ella iba camino al cementerio, tuvo un sueño inquietante y decide ir a ver si allí está todo en orden, ya muy desesperada.
Su prometido, estaba ya a un semáforo de distancia.
Ella arranca sin ver que se está pasando el alto.
De pronto ve un tráiler acercarse y sucede lo imaginable. UN GRAN CHOQUE.
El prometido, al ver el caos, se imagina lo más doloroso. ¡ES ELLA! - Pensó.
Se acerca, ve el auto y rompe en llanto.
Ella estaba prensada en el auto, el corre a sacarla.
Ya en sus brazos, ella le dice: TE AMO. "Me toca a mi dejar el cuerpo para que mi alma alcance la eternidad, pronto nos volveremos a encontrar", lo mismo que su madre le dijera aquel día de su muerte.
Él la abraza y le dice: No, no digas más, no vas a morir. ¡RESISTE!.
Ella muere.
Él llora.
La ambulancia llega, ya es tarde.
La familia, al enterarse, se desvanece.
Él dice: No estemos tristes, ahora su alma alcanzó la eternidad. Pero no puede dejar de llorar.
Antes de sepultarla, el 23 de diciembre decide continuar con los planes. Se casó con ella.
Minutos después la sepultaron, así, vestida de novia.
Al irse la familia del cementerio a la casa de ellos, donde sería la recepción, para revivir los momentos memorables de la pareja, por la reciente e insólita boda, el decide llegar, pero al hacerlo, frente a todos se quita la vida.
Cae al suelo, la carta que tenía en la mano sale volando. Su hermana, en shock decide tomarla para revisar.
La abre y la carta dice:
FAVOR DE LEER EN VOZ ALTA.
Sé que puede parecerles impresionante y a la vez estúpido, que haya decidido acabar con mi vida ahora, frente a todos ustedes, pero tengo mis razones.
El amor de mi vida ha muerto, un día antes del que se supone, sería el más hermoso de nuestras vidas, y de una manera espantosa.
Antes de esto, me dijo las mismas palabras que le diría su madre a ella, el día que murió.
"Te amo. Me toca a mi dejar el cuerpo, para que mi alma alcance la eternidad, pronto nos volveremos a encontrar".
Por más que hubiera querido que fuera de otra forma, no fue así. Todo sucedió de una manera rara y rápida.
Decidí acabar con mi vida, porque acabo de jurarle amor eterno al ser más maravilloso que conocí y que amé.
Debo estar con ella, seguirla hasta donde vaya, somos uno. Así fue desde que nos conocimos.
No quiero que lloren, tan solo vean esto como un gesto de amor que JAMÁS murió y así seguirá.
Fue lo más puro que tuvimos, debemos estar juntos, no importa donde o como, es el destino.
Pido que nos sepulten juntos, en la misma tumba.
Los amo y amaré siempre.
¡NOS VOLVEREMOS A ENCONTRAR!
Después de leer la carta, todos se quedan pasmados, terminó todo y también lo sepultaron a el.
Al día siguiente, en la mesa, había 3 inmensos vacíos, que nada podría llenar.
Desde aquel día, la palabra amor tomó otro sentido y nada pudo ser igual.
ESO ES EL AMOR ETERNO.