Nube

El silencio entre ambos les fue alejando, el muro de la incomunicación destruyo su amor,quiso parar el tiempo para ella ,pero no lo consiguió poco a poco, la distancia se asentó en sus corazones.Comenzaron a ser dos extraños a los que unían algunos recuerdos de un amor ya lejano en el tiempo, no hubo reproches solo el final marcado en el misterioso calendario del amor, ese que un día les hizo inseparables se congelo se transformo en un respeto protocolario y formal.No hubieron lagrimas, ni reproches se habían acabado dos años en los que compartieron todo, el se sintió una vez como un detective privado digno de la mejor serie de televisión, en su caso no recurriría al alcohol tampoco era su estilo…Ella le empezaba temer al mero hecho de vivir, lo que había provocado su huida de todo lo que no tuviera que ver con su trabajo.El entonces supo que en su vida ya no tenía cabida, volvió a su rutina, sintiendo que no había hecho nada malo para romper una relación, por una vez en su existencia, no hubo lagrimas, entendió que su tiempo había pasado y no había vuelta atrás.Sus planes de futuro juntos se esfumaban como un torbellino de agua en el desagüe del sanitario.Los primeros meses fueron difíciles, pero ahora ya no dolían sus ausencias, ni sus silencios, fue una ruptura sin dolor de las que solo se dan una vez cada glaciación.Ella se caso con una hipoteca, un banco y su trabajo, para él no había tiempo, con lo que entendió que aquellos días juntos pronto serian una muesca mas en el corazón de una mujer que dada su personalidad tendría una legión de amantes haciendo cola en la puerta de su casa como si fueran a pedir la vez a una frutería.El se recluyo en sus libros, sus escritos y aquellas cosas que le daban felicidad con la esperanza de olvidar rápidamente, sin sufrir demasiado, cosa a lo que empezaba a estar demasiado acostumbrado.Cupido se regodeaba en su rincón nuevamente había hecho sufrir al mismo tipo una vez más, el cual ahogaría sus penas en un folio en blanco para disfrute de almas ajenas ayunas de emociones fuertes.
No quedan lazos entre ambos solo recuerdos que un día se borraran para siempre, convirtiéndose en una nube pasajera.