Revista Diario

Nunca he dejado de creer en unicornios, ¿y tú? (1ª parte)

Publicado el 23 abril 2020 por Sassenach13
Cartel Nunca he dejado de creer en unicornios
Sé que a estas alturas de mi vida, camino ya de los cuarenta y cuatro años, debería dejar de creer en unicornios, pero que queréis que os diga, mi amor por la lectura me lo impide. Además, según cuenta la Wikipedia, en 2012 en Corea del Norte un importante hallazgo arqueológico probaría que sí existieron.  ¿No es sorprendente esto último y una razón más para creer en ellos?
Desde que mi madre adoptó por costumbre (cuando ni siquiera había nacido aún mi hermana pequeña), regalarnos a mi hermano y a mí libros, como parte del regalo del día de Reyes, creo que mi vida tomó otro rumbo. Así que, si os parece, os cuento cuáles fueron algunos de esos títulos/unicornios que me marcaron de un modo u otro...
ALGUNOS DE LOS LIBROS QUE HAN MARCADO MI VIDA

Cubierta de Alicia en el país de las maravillas Ediciones Bruguera

Cubierta idéntica a la de mi ejemplar de Alicia en el país de las maravillas


Es verdad que mi primer acercamiento a la lectura de forma voluntaria no surgió a raíz de esa costumbre navideña que os he contado antes, sino a los seis años con un maravilloso libro ilustrado de Alicia en el país de las maravillas, de la desaparecida Ediciones Bruguera. Estoy segura de que quienes rondéis los cuarenta y tantos como yo, recordaréis con nostalgia aquellos libritos de pasta dura que se vendían al precio de 150 ptas. (pesetas para quienes no habéis conocido esa moneda). No sé cuántísimas veces pude releer aquel libro, ni sé en qué momento me convenció mi madre para "deshacerme" de él, pero ¿os confieso algo? Lo he vuelto a recuperar. Hace cosa de un par de años, seguramente algo más, indagué en la red hasta dar con un ejemplar idéntico al que yo tuve en su día, y por supuesto lo compré. Hasta aquí todo normal, pero ¿y si os digo que cada vez estoy más convencida de que este que guardo en la librería de mi pasillo, como el mayor de los tesoros, es el  mismo que yo tuve de pequeña?
Me tomaréis por loca lo sé, pero se dan demasiadas coincidencias como para obviarlas:
  1. En el mío, parte del lomo se había levantado un poco y puse un trocito de cello que con el tiempo se acabó adhiriendo de tal forma que era imposible despegarlo sin quitar la capa superior plastificada e ilustrada del cartón. Curiosamente este que tengo ahora en casa cuenta en el lomo, a esa misma altura, con una zona "despellejada".
  2. A mi libro le faltaba al menos una página que yo recuerde. La verdad es que tengo dudas de si era solo una o en realidad le faltaban dos. Sea como sea a este le faltan exactamente dos páginas también. Y una de ellas coincide en numeración con la que yo recuerdo que el mío había perdido.
 ¿Qué? ¿Sigo pareciendo loca o empezáis a creer ya en los unicornios?
Por cierto, en aquella compra aproveché también para adquirir entre otros, un libro de la misma colección y que yo conocía por mi prima Alexia. Nada más y nada menos que Cuentos de Grimm, y que yo siempre contemplaba extasiada y con cierta envidia cada vez que iba a casa de mis primos. Os dejo con la imagen de su cubierta.

Cubierta de Cuentos de Grimm Ediciones Bruguera

Cubierta exactamente igual a la del libro que tuvo mi prima y a la del que tengo yo ahora


Otro libro que me marcó mucho fue el número 11 de los Gemelos Bobsey que se titulaba: Los gemelos y el campamento misterioso. Leí muchísimos más a parte del número 11, pero ese fue el primero,  y por eso lo recuerdo con especial cariño. Yo tendría unos nueve o diez años más o menos, y es que tengo el vívido recuerdo de haber colocado en la cubierta una pegatina de la entonces mascota de la marca Colgate, con mi nombre apellidos y el curso en que estaba. Creo que todos hemos pasado por esa etapa de la vida en que nos encanta jugar a ser detectives, ¿verdad? Pues bien este libro me abrió a esa etapa.
Y ahora no me veis, pero estoy llorando como una tonta porque acabo de localizar en la red un ejemplar (bueno cuando esto se publique, pasado mañana, esta llorera se me habrá pasado ya). Por supuesto. como comprenderéis, tengo que comprar ese ejemplar.

Los gemelos y el campamento misterioso cubierta

Cubierta como la del libro que tan buenos ratos me dio. Curiosamente con la misma marca en el lomo que tenía el mío.

Evidentemente en medio hubo otras lecturas, unas más especiales que otras, pero hoy vengo a hablaros de los títulos que más recuerdos me traen.
Ya adolescente, no sabría precisar si finalizando sexto, séptimo u octavo de EGB (me inclino a pensar que fue en último curso), llegó a mis manos un libro de Puck. Nuevamente fue un regalo de mi madre. A mí la verdad es que no me llamaba para nada la atención aquella Puck que aparecía en libros con cubiertas rosa chicle, pero no solo lo leí y me entusiasmó, sino que por mucho tiempo adopté uno de los hábitos que el personaje tenía a la hora de ir a dormir. Y consistía en meterme en la cama con una sonrisa, por muy malo que hubiera sido el día. Ahora no lo practico tanto, pero cuando me acuerdo lo hago. Por si sentís curiosidad, el libro en cuestión era el último de la colección: Puck ¡Adiós!

Cubierta como la de mi libro de entonces ¡Adiós! Puck

Cubierta como la del ejemplar que yo tuve

A lo largo de esa última etapa de EGB hubo otros libros que recuerdo con mucho mucho cariño. Y me temo que voy a anegar el teclado de mi ordenador con tanta lágrima... El primero que me viene a la cabeza es: El arca de Noé. Historia de un trampero. De la colección Ala Delta, de la Editorial Edelvives. Yo siempre había tenido predilección por los libros de Barco de Vapor (Ediciones Sm), y en mi fuero interno me debatía entre seguir fiel al maravilloso barco o no. En este caso, no pude resistirme. Y no hay día en que no me alegre de haber cogido en mis manos aquel libro de Alfonso Martínez Mena. Os dejo con una imagen de la cubierta, idéntica a la de aquel libro que yo disfruté en su día, cogido de la biblioteca del colegio en una de las tardes que dedicábamos a leer. 
El arca de Noé. Historia de un trampero
Y este título siempre lo asocio a esa etapa de mi vida (esto que os voy a contar es muy personal), en que quería ser monja misionera. Y no, lo mío no fue un capricho pasajero. Me duró varios años. De hecho, en esa etapa llegué a leer la Biblia varias veces de motu propio, y a punto estuve de marchar a Chile para emular a mi gran referente: la hermana Eutiquia (tengo la sensación de haber contado esto ya con anterioridad), sea como sea esto tan personal no viene al caso... El asunto es que asocio ese libro a esa etapa y a esa fe tan arraigada, porque tres de los personajes que aparecen en el libro tienen los nombres de los tres hijos del Noé bíblico, pero un poco cambiados. Y no os confundáis, este no es un libro religioso ni para adoctrinar a nadie, y ninguno de los personajes se llama Noé. Pero en sus páginas sí que esconde una historia mucho más profunda de lo que pudiera parecer a simple vista. Si tenéis ocasión de leerlo aprovechadla.
Y bueno, me vais a tener que perdonar, pero creo que ya os he contado demasiado de mí por hoy. Sé que este año nuestra celebración del 23 de abril como Día del Libro va a ser demasiado diferente a la de otros años, por eso me apetecía escribir una entrada tan sincera y emotiva, al menos para mí, como esta. Pienso que es uno de los mejores homenajes que podría hacer a los libros. Hasta es posible que repita algo similar en años próximos. Por eso aparece en el título de esta entrada lo de "1ª parte".
Me gustaría acabar esta entrada, matizando algo: antes de ese primer libro de Alicia que he mencionado, yo ya adoraba la lectura, porque me pasaba horas y horas repitiendo las palabras de las "cartillas de lectura" que tuve en párvulos. Y creo recordar que, a la par de ese primer libro que indico como el que asentó mis bases como lectora, yo ya disfrutaba con los tebeos de Zipi y Zape o de Mortadelo y Filemón, pero hoy quería hablaros de los libros... Esos grandes amigos de papel que nos trasportan a otros mundos y nos llevan a vivir mil y una vidas diferentes sin movernos del sofá o de la cama. Y, a todo esto... ¿Cuáles son vuestro lugar y momento favoritos en casa para leer? ¿Cómo vais a celebrar esta fecha? ¿Recordáis cuál fue el primer libro que leísteis de pequeños? 
RebecaAviso importante:
La imagen del unicornio que he usado para diseñar el cartel introductorio de esta entrada requiere licencia de atribución, y la he adquirido en Pngtree. Os dejo aquí el enlace en cuestión, por si os interesa: bebé PNG diseñado por lorarts de Pngtree.com.
Separador-de-secciones-en-Cr-nicas-1

Hace años, cuando escribía, casi con la misma rapidez con que llegaba el aire a mis pulmones, te invitaba a que paseases también por este rincón. Pero, por un tiempo, las letras me abandonaron y me refugié en el scrap, la bisutería y el mix-media. Producto de esa etapa nació: www.fabricadeartesania.com Afortunadamente, las letras han regresado a mi vida y no pienso renunciar a ellas, si puedo evitarlo.Te lo contó Rebeca.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Sassenach13 ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revistas